Miembros de la organización ambiental de base comunitaria “Toabajeños en Defensa del Ambiente” expresaron su repudio al proyecto de tala de árboles propuesto por LUMA Energy ya que aseguran que este no solo representa una amenaza ambiental, sino una “masacre” que comprometería la calidad de agua, aumentaría riesgos de inundaciones y deslizamientos, y afectaría la biodiversidad.
LUMA Energy prevé reducir las interrupciones del servicio energético en un 50% en dos años y en un 75% en cinco años. El presidente Juan Saca afirmó que los fondos de FEMA se utilizan para el despeje, mientras que el mantenimiento se cubre con el presupuesto aprobado por el Negociado de Energía de Puerto Rico. Se aseguró que todos los trabajos cumplirán con requisitos legales y permisos de FEMA.
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“El proyecto de la tala agresiva de tantos árboles implicaría riesgos a la calidad de agua, a inundaciones, a deslizamientos, a la estabilización de los suelos, a la conservación de la biodiversidad, a la cadena alimentaria de muchas especies, a la captura efectiva del dióxido de carbono de la atmósfera, y al contacto con la naturaleza”, destacó el ambientalista Juan Camacho.
Por su parte, la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez, aprobó el plan de mitigación para la tala de árboles, estableciendo la regla de tres a uno, donde por cada árbol cortado se deben sembrar tres. La secretaria destacó que LUMA tiene permisos y manejo adecuado para la mitigación, considerando la diversidad de árboles y su impacto en la fauna local.
Sin embargo, la organización, junto con otras entidades y ciudadanos, denunció este proyecto como un crimen ambiental y emitió una serie de exigencias DRNA. Entre las demandas se incluye la negación de cualquier dispensa al proyecto, el estricto cumplimiento de reglamentos y leyes, la prohibición del uso de herbicidas como el glifosato, y la convocatoria de un proceso de participación ciudadana para desarrollar un plan de manejo de vegetación transparente.
Expertos presentes en la conferencia advirtieron sobre los riesgos ambientales y de calidad de vida que conllevaría la tala masiva propuesta por LUMA Energy.
El científico y ecólogo, Ariel E. Lugo denunció la ineficacia de estas actividades, calificándolas como una “chapucería que derrocha recursos” y aseguró que el problema nunca estará bajo control.
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“El manejo de la vegetación es una actividad tan profesional como la de mantener las plantas generatrices. Como tal, no puede delegarse a empleados no diestros. Requiere profesionales bien entrenados y con experiencia operando bajo un plan de manejo bien pensado y discutido públicamente por medio de una declaración de impacto ambiental”, declaró Lugo.
Lugo además, destacó la magnitud del sistema eléctrico en Puerto Rico, cubriendo el 14% del área boscosa de la isla. Argumentó que se juega un área significativa de Puerto Rico, donde la conservación no solo de las líneas eléctricas, sino también de la vegetación, vida silvestre, calidad del agua y suelos, es crucial.
En un tono de precaución, Lugo critica la exención de controles ambientales en un área tan extensa y la delegación de poderes del DRNA a una empresa privada con objetivos económicos, a expensas del interés público.
“No es prudente ni recomendable eximir de los controles ambientales un área tan grande de puerto rico y mucho menos delegarle los poderes del departamento de recursos naturales y ambientales a una compañía privada cuyo objetivo es la ganancia económica a costa del interés público como se ha demostrado amplia e históricamente”, añadió.
La comunidad toabajeña instó al DRNA a salvaguardar el medio ambiente y a velar por la protección responsable de la flora tropical, rechazando la propuesta de LUMA Energy y promoviendo soluciones sostenibles en armonía con la realidad tropical de Puerto Rico.
De hecho, el pasado 29 de enero, enviaron una carta a las secretaria del DRNA, en la cual cuestionaron la solicitud de dispensa a los trámites ambientales y se señalaron que los árboles no están creciendo más con LUMA que con la antigua AEE, por lo que se debería seguir el mismo proceso de poda y desganche.
La urgencia de los ambientalistas radica en la falta de detalles escritos sobre el acuerdo entre el DRNA y LUMA Energy, a pesar del anuncio preliminar. El grupo aseguró que no han recibido ningún tipo de respuesta de la agencia.
Por su parte, la empresa LUMA Energy, reaccionó a esta denuncia asegurando que como parte de los requisitos para recibir los fondos de FEMA para el despeje de vegetación es cumplir con leyes ambientales y el reglamento del DRNA.
“En LUMA, estamos comprometidos a mejorar la confiabilidad del sistema, reducir la cantidad de interrupciones de servicio provocadas por vegetación que experimentan nuestros clientes y cumplir con todas las leyes estatales, federales y regulaciones de Puerto Rico. En septiembre de 2023, anunciamos la Iniciativa para el Despeje de Vegetación, que comenzará este año para remover la vegetación descuidada y peligrosa de sobre 16,000 millas de líneas eléctricas en Puerto Rico. Esta iniciativa es posible gracias a la colaboración y fondos de FEMA, y nos ayudará a reducir de un 35 a 50 % la cantidad de interrupciones de servicio en los próximos cinco años”, lee las declaraciones.
“Una parte de los requisitos para acceder a esos fondos federales de mitigación es el cumplimiento de estrictos procesos establecidos por FEMA y otras agencias, como el Departamento de Recursos Naturales, U.S. Fish and Wildlife, entre otras. Reiteramos que todos en LUMA estamos comprometidos con el cumplimiento de todas las leyes y reglamentos aplicables, y continuaremos trabajando arduamente junto con las agencias, grupos comunitarios y otros colaboradores para ofrecerles a todos nuestros clientes el servicio que merecen”, añade.