DETROIT (AP) — Toyota y General Motors exhortaron a los propietarios de unos 61.000 modelos antiguos de Corolla, Matrix, Rav4 y Pontiac Vibe a que dejen de conducirlos debido a que sus infladores de bolsas de aire Takata corren el riesgo de explotar y arrojar fragmentos.
La advertencia urgente del lunes incluye a ciertos vehículos compactos Corolla y Matrix hatchback de 2003 y 2004, así como la camioneta RAV4 de 2004 y 2005. También abarca a unos 11.000 vehículos Pontiac Vibe de 2003 y 2004, los cuales son en esencia iguales al Matrix y se fabricaron en la misma planta de California. La mayoría de los autos se encuentran en Estados Unidos.
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“Si se despliega la bolsa de aire, es más probable que explote una parte del interior y arroje fragmentos de metal afilado, los cuales podrían causar heridas graves o la muerte del conductor o pasajeros”, informó Toyota en un comunicado.
Las camionetas RAV4 incluidas en el llamado a revisión cuentan con bolsas de aire Takata del lado del conductor, mientras que los modelos Corolla y Matrix las tienen del lado del pasajero. Los Corolla y Matrix también han sido mencionados en otro llamado a revisión debido a que las bolsas de aire se pueden desplegar sin que haya un choque, indicó la compañía.
Ambas automotrices señalaron que los propietarios deben ponerse en contacto con su agencia local en lugar de llevar sus vehículos a reparación. Las agencias les presentarán opciones, como una reparación a domicilio, remolque del vehículo a una concesionaria, o ir por el auto y entregarlo posteriormente.
Los dueños también pueden ingresar a la página nhtsa.gov/recalls e introducir los 17 dígitos de su número de identificación de vehículo para ver si su auto se encuentra entre los afectados.
Takata empleaba nitrato de amonio —una sustancia volátil— para crear una pequeña explosión con el fin de inflar las bolsas durante un choque. Pero el propulsor químico puede deteriorarse con el paso del tiempo al quedar expuesto a altas temperaturas y humedad. Puede explotar con demasiada fuerza y destruir el contenedor de metal, arrojando fragmentos.
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Desde mayo de 2009 han muerto al menos 26 personas en Estados Unidos a causa de los infladores Takata, y por lo menos 30 a nivel mundial, incluidas víctimas en Malasia y Australia. Además, unas 400 personas han sufrido heridas. La explosión de las bolsas de aire provocó que la compañía japonesa Takata cayera en bancarrota.
La posibilidad de una falla peligrosa condujo al mayor llamado a revisión vehicular en la historia de Estados Unidos. Se revisaron cerca de 100 millones de infladores en todo el mundo.