El Centro para el Control de Enfermedades (CDC) emitió un informe a raíz de la muerte de 93 estadounidenses que se sometieron a cirugías estéticas en República Dominicana.
“Aunque las infecciones resultantes de la cirugía estética realizada fuera de los Estados Unidos se han informado regularmente, rara vez se han identificado muertes. Durante 2009–2022, 93 ciudadanos estadounidenses murieron después de recibir cirugía estética en la República Dominicana. El número de muertes aumentó de un promedio de 4.1 por año durante 2009–2018 a un promedio de 13.0 durante 2019–2022, con un pico de 17 en 2020″, dice el informe de la entidad publicado el pasado viernes.
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“Se investigó un subconjunto de muertes post-cirugía estética ocurridas durante los años pico, y se encontró que la mayoría de las muertes fueron el resultado de eventos embólicos (embolia grasa o tromboembolismo venoso) para los cuales una alta proporción de los pacientes fallecidos tenían factores de riesgo, incluyendo obesidad y haberse sometido a múltiples procedimientos durante la misma operación”, añade el informe.
La entidad entiende el que la cantidad de muertes puede estar subestimada.
“Los hallazgos de este informe están sujetos a al menos tres limitaciones. Primero, no hay estadísticas confiables sobre el número de ciudadanos estadounidenses que reciben cirugía estética en la República Dominicana cada año, lo que impide el cálculo del riesgo de muerte perioperatoria. Segundo, este informe podría ser una subestimación del número de muertes entre ciudadanos estadounidenses que reciben cirugía estética en la República Dominicana porque solo incluyó muertes que fueron reportadas a la Embajada de Estados Unidos. Otros investigadores han documentado resultados adversos de cirugías estéticas realizadas en la República Dominicana que solo se reconocieron después de que el paciente había regresado a los Estados Unidos” expuso el CDC.
Entre las recomendaciones, está el consultar con un profesional de la salud en Estados Unidos antes de someterse a este tipo de intervenciones.
“Los ciudadanos estadounidenses que consideren una cirugía estética en el extranjero deben consultar con sus profesionales de salud primarios sobre su riesgo inherente de eventos adversos después de la cirugía y las medidas preventivas que pueden tomar para reducir el riesgo. Deben consultar con un especialista en medicina de viajes un mes antes del viaje, y, como los viajes aéreos y la cirugía aumentan independientemente el riesgo de coágulos sanguíneos, los pacientes deben permitir tiempo adecuado entre volar hacia y desde un destino para la cirugía para reducir el riesgo de complicaciones”, establece el CDC.
“Estos factores de riesgo podrían haber sido mitigados o prevenidos con protocolos quirúrgicos mejorados y cuidados médicos postoperatorios, incluyendo medidas profilácticas contra el tromboembolismo venoso. Los ciudadanos estadounidenses interesados en recibir cirugía estética electiva fuera de los Estados Unidos deben consultar con sus profesionales de la salud acerca de su riesgo de resultados adversos. Las autoridades de salud pública pueden apoyar la educación de los proveedores sobre la importancia de la evaluación preoperatoria del paciente y el potencial peligro de realizar múltiples procedimientos cosméticos en una operación”, concluyó el escrito.