El jurado en el juicio por corrupción contra la exrepresentante María Milagros Charbonier y su esposo Orlando Montes Rivera comenzó a deliberar esta mañana luego que la fiscalía y la defensa concluyeran sus argumentos finales la noche del jueves.
La exlegisladora está acusada junto a su esposo de conspiración, robo, soborno y recibir comisiones ilegales relacionadas con programas que reciben fondos federales, fraude electrónico y dos cargos de lavado de dinero.
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A Charbonier se le imputa aumentar el salario de su entonces empleada Frances Acevedo a $8,000 para que esta le entregara pagos de entre $1,000 y $1,500. Acevedo se declaró culpable por el esquema de soborno, tras alcanzar un acuerdo con la fiscalía.
Los fiscales federales que llevan el caso son Kathryn E. Fifield, Jonathan Edward Jacobson y María L. Montañez Concepción, mientras Charbonier está representada por Francisco Rebollo y su esposo por Anita Hill Adames.
En su argumentación final que se extendió durante cerca de hora y media, el fiscal Jacobson hizo un recuento de la prueba presentada durante el juicio. “María Milagros Charbonier violó su juramento por más de tres años y su esposo la estuvo ayudando. Trabajaron en equipo para aceptar más de $100,000 en comisiones ilegales de Frances Acevedo. Ese dinero no era de ellos, era del Pueblo de Puerto Rico”, sostuvo el fiscal.
Jacobson planteó que solo doce personas ganaban más que Acevedo en la Legislatura. “Tenía un salario mensual de $8,000 y era recepcionista. El sentido común te dice que ese dinero no era para ella. La evidencia muestra que el dinero era para Charbonier y Montes”, aseguró el fiscal.
“Casi toda la evidencia que han visto aquí demuestra que Charbonier actuó de manera corrupta”, sostuvo el fiscal, quien mencionó las grabaciones que se presentaron esta semana de conversaciones telefónicas entre Acevedo y Jonathan Alemán, exdirector de la oficina de la exlegisladora.
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Finalizada su presentación, Jacobson pidió al jurado compuesto por nueve mujeres y tres hombres emitir un veredicto de culpabilidad en todos los cargos.
Poco después de las 6:00 de la tarde, el licenciado Rebollo comenzó su argumentación final. El abogado dijo al jurado que él no tiene que probar nada ya que corresponde a la Fiscalía el peso de la prueba. Durante su alocución, aseguró que no hay evidencia de que su defendida haya recibido el dinero tal como alega el ministerio público.
Rebollo argumentó que la Fiscalía federal nunca identificó todas las transacciones que debían totalizar los $100,000 que se asegura llegaron a manos de los acusados.
Luego de Rebollo, tomó la palabra Anita Hill, abogada de Montes Rivera. Hill procedió a establecer que se trata de dos acusados distintos. “El señor Jacobson fue muy hábil repitiendo Charbonier-Montes. ¿Han escuchado la frase dos por uno? Eso es lo que ellos quieren. Si Charbonier es culpable, él también. No funciona así”, planteó la abogada.
Asimismo, Hill destacó que no existen llamadas interceptadas entre Montes Rivera y su esposa hablando del presunto esquema de sobornos y que tampoco hay llamadas entre su defendido y Acevedo hablando sobre dinero.
Posteriormente y en un turno de refutación, la fiscal Montañez reiteró su llamado a que el jurado encuentre culpables a ambos acusados al rechazar los argumentos de los abogados.
Previamente, la jueza Silvia Carreño Coll se reunió con fiscalía y defensa para discutir las instrucciones que se impartirán al jurado.
El Ministerio Público finalizó con su presentación de prueba el miércoles y la defensa llamó entonces a Lauren Colón, agente del FBI a testificar.
Previo al testimonio de la testigo de defensa, la jueza Carreño Coll recibió una petición de absolución perentoria por parte de la defensa. En la petición los licenciados argumentaron que el Ministerio Público presentó cargos que no eran compatibles con lo que estipula la ley federal solicitando que se desestimaran. Sin embargo, la jueza determinó que los 13 cargos se sostenían.
Contra Charbonier pesa también un cargo adicional de obstrucción a la justicia por supuestamente destruir datos en su teléfono celular.
Charbonier podría enfrentar hasta una sentencia máxima de 20 años en prisión si se le encuentra culpable por cada cargo de fraude electrónico de servicios honestos y por el cargo de obstrucción a la justicia que presentó un Gran Jurado federal en su contra.