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Desde tornados hasta olas de calor: Estos fueron los eventos ambientales que afectaron a Puerto Rico en 2023

Según datos del Servicio Nacional de Meteorología, este año fue el tercero más caliente registrado con temperaturas promedio de 82.2 °F

El reporte final sobre los eventos ambientales que afectaron al archipiélago debe estar completado para mediados o finales de enero de 2024 (The Associated Press, Archivo) (Carlos Giusti/AP)

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A lo largo del año 2023, Puerto Rico experimentó una sucesión de fenómenos meteorológicos que incluyeron desde tornados, sequías e incendios forestales, hasta olas de calor que establecieron nuevos récords históricos en la región.

Un informe climatológico preliminar emitido el martes pasado por el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés) en San Juan reveló que este año se posicionó como el tercero más caliente registrado con temperaturas promedio de 82.2 °F.

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Del “2023 Weather Summary for Puerto Rico & the U.S. Virgin Islands” se desprende, además, que las temperaturas estuvieron “muy por encima de lo normal” desde el 30 de abril hasta principios de julio, debido a una alta presión anclada cerca de la región.

La organización precisó que la segunda racha de calor se originó a mediados de agosto y principios de noviembre, período durante el cual se emitieron 67 advertencias de calor excesivo y 142 advertencias de calor.

Los (meses) más cálidos (fueron) agosto, septiembre, octubre y noviembre. Septiembre terminó como el mes más cálido en general desde que los registros comenzaron en 1898″, detalló la entidad científica en su reporte.

Hasta el momento, diciembre se encuentra empatado en el cuarto lugar más cálido junto con 2013 y 2009. Se prevé que este mes termine entre los diez más calientes, desde que existen registros.

En esa misma línea, el NWS abundó que se registró una racha de 24 días con máximas superiores a 90°F (del 31 de mayo al 23 de junio), 10 días con mínimas superiores a 80°F (del 12 al 21 de septiembre) y 4 días con mínimas superiores a 82°F (del 3 al 6 de junio). El mayor número de días con 95°F fue de 19.

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Temporada de huracanes en el Atlántico fue “superior a lo normal”

En el transcurso del año, la cuenca del Atlántico fue testigo de una notable actividad ciclónica, marcada por la presencia de 23 depresiones tropicales y 20 tormentas, ocupando el cuarto lugar en cuanto a más sistemas con nombre desde 1950.

Los expertos subrayaron que de estos, siete se convirtieron en huracanes y tres —Franklin, Idalia y Lee se intensificaron hasta convertirse en ciclones de categoría tres o más en la escala de vientos Saffir-Simpson.

Como afirma la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés), la escala Saffir-Simpson es un sistema utilizado para medir la intensidad de los huracanes y su potencial de daño. Se enumera del 1 al 5, siendo la categoría uno la menos intensa y la cinco la más devastadora.

Esta temporada resultó ser superior a lo normal, incluso bajo la influencia de El Niño (un patrón climático natural opuesto a La Niña que tiende a reducir la actividad de huracanes en el Atlántico), debido a temperaturas oceánicas récord”, especificó el documento.

Aunque Puerto Rico no recibió el impacto directo de un fenómeno tropical, varios sistemas —Gert, Franklin, Lee, Nigel, Phillippe y Tammy afectaron la zona indirectamente provocando condiciones marítimas y costeras peligrosas.

Huracanes y tormentas lejanas causaron condiciones en el mar peligrosas

El ente explicó que varios eventos de marejadas promovieron altura de olas “superiores a lo normal” a finales de enero y mediados de marzo. Igualmente, la elevación del oleaje fue “por encima de lo normal” durante los últimos dos meses del año.

Se midieron alturas de olas por encima de lo normal en el CariCOOSS SanJuan Buoy (Sistema de Observación del Océano Costero en el Caribe Estadounidense) en agosto, septiembre y octubre, asociados a los huracanes lejanos que se desplazaron a través del océano Atlántico”, desglosó.

El informe apuntó, también, que la altura de las olas casi “por debajo de lo normal” prevaleció desde abril hasta finales de julio, asociadas con la presencia de vientos del sureste y vientos alisios más débiles.

Sobre las fatalidades provocadas por condiciones marinas y costeras peligrosas, se observó que hasta el 24 de diciembre, fueron 21 los ahogamientos en las playas del País, en su mayoría personas arrastrados por corrientes.

Del mismo modo, el NWS mencionó que todas las boyas cercanas a la costa de CariCOOS en el Atlántico, el Caribe y cerca del norte de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos encontraron temperaturas de la superficie del mar “por encima de lo normal” de abril a noviembre.

Aclararon que esto correspondió al período en el que fueron medidas temperaturas del aire “muy por encima de lo normal”.

Fuertes lluvias dejaron inundaciones, deslaves y ríos desbordados a través de toda la Isla

Del 1 al 5 de octubre, se desarrolló uno de los eventos más significativos en términos de precipitación que impactó la región. Las bandas exteriores de la tormenta tropical Philippe, que pasó al noreste, provocó fuertes lluvias, crecidas de ríos, rayos e inundaciones en varios sectores.

Alrededor de cinco a diez pulgadas de lluvia cayeron, principalmente sobre el este de Puerto Rico. En las Islas Vírgenes, (por su parte), las estaciones St. John informaron de seis a ocho pulgadas de agua en un período de 24 horas entre el 3 y 4 de octubre”, afirmó Meteorología.

Otras situaciones que provocaron numerosos aguaceros tuvieron lugar entre el 27 y 29 de octubre. En ese caso, las bandas de alimentación externas de la tormenta tropical Tammy, en combinación con una vaguada en el nivel superior y una vaguada prefrontal, produjeron tiempo inestable.

Se observaron entre tres y siete pulgadas de lluvia en las partes norte, este y central de Puerto Rico”, expuso la investigación.

Entretanto, para el 5 y 8 de abril se observaron condiciones climáticas inestables con tormentas eléctricas que provocaron la caída de granizo del tamaño de un guisante (aproximadamente 0.6 cm) en Aguada y Lajas.

El granizo se forma cuando pequeñas gotas de agua son levantadas por corrientes de aire ascendentes en las nubes de tormenta, y estas gotas superen el nivel de congelación.

Tornados en Puerto Rico: no son comunes, pero tampoco imposibles

Si bien el archipiélago experimenta a menudo huracanes y tormentas tropicales, que generan condiciones ambientales adversas, la formación de tornados no es tan común en este entorno.

Según estadísticas del Servicio Nacional, en la Isla se registra un promedio de entre uno y dos tornados cada año, todos de intensidad baja a moderada, clasificados como EF0 y EF1 en la Escala Modificada de Fujita.

De acuerdo con la NOAA, la Escala Modificada de Fujita también conocida como la Escala Fujita-Pearson— es utilizada para medir la intensidad de los tornados en función de los daños causados a estructuras y vegetación. Se desarrolló para reemplazar la Escala Fujita original (F-Scale, en inglés).

Dado que estos eventos son relativamente poco frecuentes en el País, los puertorriqueños quedaron sorprendidos cuando el 16 de marzo un tornado EF-0 afectó la zona aledaña al centro comercial April Garden, en Las Piedras, con vientos de alrededor de 65 millas por hora (mph).

El mismo cubrió una distancia de 0.25 millas y comenzó a las 3:10 p.m. en la autopista PR-30 para luego finalizar cerca de las 3:16 p.m. en la urbanización Campo Real. Se registraron daños en postes, rótulos, tendido eléctrico y árboles caídos.

Posteriormente, tres meses después, el 16 de junio, una tormenta severa sobre el noroeste se fusionó y produjo un tornado EF-1 cerca de la carretera PR-411 en el pueblo de Aguada. Acorde con el informe, una casa sufrió daños importantes, incluida la pérdida parcial del techo, debido a vientos de 110 mph.

Sobre el particular, el alcalde aguadeño, Christian Cortés Feliciano, indicó que unas 14 familias se vieron afectadas con el paso del fenómeno, que tuvo una duración de aproximadamente 11 minutos.

Entretanto, el 9 de agosto, otro tornado se desarrolló en Aguadilla, produciendo vientos de 85 mph. El breve fenómeno impactó una estructura, derribó el techo de aluminio de un garaje y causó daños a varios vehículos.

Con relación a estos eventos, ninguna persona resultó herida.

El primer tornado reportado en Puerto Rico fue el 30 de agosto de 1974 en el municipio de Gurabo. Los demás, por otro lado, tuvieron lugar en Guaynabo (1995), Cabo Rojo (1999 y 2004), Ceiba (1999), Caguas (2000), Adjuntas (2000), Añasco (2001), Aguada (2002), Aguadilla (2005), Mayagüez (2006), Añasco (2007), Aguadilla (2009), Moca (2011), Lares (2012), Aguada (2013), Manatí (2016), Trujillo Alto (2017), Lajas (2019), Bayamón (2019) y Arecibo (2022).

Fuegos consumieron hectáreas en el oeste

Las condiciones prolongadas de sequía y viento alimentaron un incendio forestal de seis días (8 al 13 de marzo) que afectó partes de Maricao y San Germán.

La organización meteorológica aseveró que el fuego bordeó la carretera PR-119 cerca de Camino Los Méndez en San Germán, la PR-366 en Maricao y alrededor de El Bosque Estatal.

El incendio consumió casi 30 hectáreas, lo que representa una amenaza para la flora y fauna endémicas, numerosas residencias e infraestructura eléctrica”, subrayó.

Se informó que las condiciones “anormalmente secas” prevalecieron durante todo el año, pero lo peor de la sequía fue en agosto, cuando casi el ocho por ciento de la Isla estuvo bajo una sequía severa en el noroeste.

El mes con más fuegos forestales fue marzo.

Se espera que el reporte final sobre los eventos ambientales que afectaron el archipiélago esté completado para mediados o finales de enero de 2024.

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