El número de estadounidenses que solicitaron el seguro por desempleo aumentó ligeramente la semana pasada, pero no lo suficiente como para generar preocupación sobre el mercado laboral o la economía en general.
El Departamento de Trabajo informó el jueves que las solicitudes de la ayuda por desempleo aumentaron en 12.000, hasta 218.000 en la semana que terminó el 23 de diciembre. El promedio de cuatro semanas, que suaviza los altibajos semanales, descendió en 250, hasta 212.000.
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En total, 1,88 millones de estadounidenses cobraron el seguro por desempleo en la semana que finalizó el 16 de diciembre, un incremento de 14.000 respecto a la semana anterior.
Las solicitudes de ayuda semanales son un indicador de los despidos y se ha mantenido en niveles extraordinariamente bajos a pesar de las elevadas tasas de interés.
La Reserva Federal empezó a subir las tasas de interés el año pasado para combatir la inflación que se disparó como consecuencia de un repunte económico inesperadamente fuerte tras la recesión de 2020. La Fed ha subido su tasa de referencia 11 veces desde marzo de 2022.
La inflación ha disminuido, pero se mantiene ligeramente por encima del objetivo del 2% de la Fed, que ha dejado las tasas sin cambios en sus tres últimas reuniones y ahora prevé recortarlas tres veces el próximo año.
Cuando la Reserva Federal empezó a subir las tasas, muchos economistas predijeron que la economía estadounidense caería en una recesión. Pero la economía y el mercado laboral han demostrado ser sorprendentemente resistentes. La tasa de desempleo ha estado por debajo del 4% durante 22 meses consecutivos, la racha más larga desde la década de 1960. La contratación se ha desacelerado pero sigue siendo saludable.
La combinación de una inflación desacelerada y un bajo desempleo ha generado esperanzas de que la Fed esté logrando el llamado aterrizaje suave: Aumentar las tasas lo suficiente como para bajar los precios sin causar una recesión.