La Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico emitió hoy, miércoles, su primer informe financiero trimestral que brinda un análisis de la situación fiscal de Puerto Rico en el primer trimestre del presente año fiscal 2024 y de los potenciales riesgos a las proyecciones financieras en el Plan Fiscal para Puerto Rico.
El informe es el primero de una nueva serie de actualizaciones sobre los resultados financieros de Puerto Rico que la Junta de Supervisión tiene previsto emitir trimestralmente.
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Los informes brindan al pueblo de Puerto Rico, al gobierno y a los inversores información financiera más puntual sobre la situación de Puerto Rico. También incluyen una descripción de la Cuenta Principal del Departamento de Hacienda (TSA, por sus siglas en inglés), la principal cuenta operacional del Gobierno de Puerto Rico, y sus fondos restringidos y comprometidos.
“Los informes trimestrales, habituales entre los gobiernos locales, añadirán claridad y transparencia a las proyecciones y decisiones de la Junta de Supervisión, así como al estado general de las finanzas de Puerto Rico”, indicó el director ejecutivo de la Junta de Supervisión, Robert F. Mujica, Jr.
“El informe del primer trimestre muestra que los ingresos de Puerto Rico son superiores a lo proyectado anteriormente, principalmente debido a un mayor recaudo de la contribución sobre ingresos”, expresó Mujica. “Sin embargo, existen presiones significativas sobre la estabilidad fiscal de Puerto Rico. Puerto Rico se enfrenta a significativas obligaciones financieras potenciales que el gobernador y la Asamblea Legislativa deben tener en cuenta al momento de decidir sobre cualquier iniciativa que afecte al plan financiero”.
“Las presiones para aumentar el gasto mientras se reducían los impuestos contribuyeron a la actual crisis fiscal”, añadió Mujica. “Los fondos de emergencia y de estímulo no recurrentes del Gobierno federal siguen teniendo un impacto temporal en la economía. Asumir gastos adicionales o reducir los ingresos sin una fuente de financiamiento recurrente sostenible podría crear un desequilibrio presupuestario. Todos los riesgos y prioridades del Gobierno deben sopesarse con los recursos no solo hoy, sino a lo largo de un periodo de planificación plurianual”.
Las posibles obligaciones significativas de gasto futuro incluyen:
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- Aumento del financiamiento a la salud
- Niveles inciertos de financiamiento federal de Medicaid a largo plazo
- Posibles nuevos gastos recurrentes pagados actualmente con fondos federales no recurrentes, que incluyen aumentos salariales para los maestros
- Sustitución de la ayuda federal no recurrente utilizada actualmente para sustentar el gasto recurrente
- Reducciones de ingresos sin medidas presupuestarias compensatorias
- Posibles aportaciones adicionales del Gobierno de Puerto Rico para financiar proyectos de asistencia en casos de desastre
- Financiamiento de grandes inversiones de capital sin un acceso adecuado a los mercados de capital
- Recientes proyectos de gasto aprobados por la Asamblea Legislativa
Estos riesgos se seguirán evaluando en las revisiones periódicas de 2024 al Plan Fiscal. En el pasado año fiscal (2023) que finalizó el 30 de junio, los ingresos del fondo general superaron las proyecciones pero disminuyeron de un año a otro en relación con el año fiscal 2022.
En el primer trimestre del presente año fiscal (2024), los ingresos recaudados del Fondo General superaron los del mismo periodo del año anterior en $207 millones, y superaron las proyecciones en $212 millones, impulsado principalmente por un sólido recaudo de la contribución sobre ingresos y los arbitrios a los vehículos de motor.
La estabilidad y previsibilidad del recaudo de ingresos por impuestos en Puerto Rico se ve desafiada por las características de su base contributiva. En específico, los impuestos corporativos aportan una proporción significativamente mayor del total de los ingresos del Fondo General en Puerto Rico. Representan aproximadamente el 38%, frente a solo el 8% de los ingresos estatales y federales en los Estados Unidos. Históricamente, los impuestos corporativos son volátiles y difíciles de proyectar, ya que están influidos por el ciclo económico-empresarial, las sofisticadas estrategias fiscales de las empresas individuales y otros factores.
Los gastos declarados en el trimestre fueron $609 millones inferiores a las proyecciones, pero $177 millones superiores a los del mismo periodo del año anterior. Aproximadamente $270 millones en gastos fueron identificados como incurridos pero aún no registrados.
Además, la utilización insuficiente de unos $290 millones está relacionada con cuestiones de tiempo. Son gastos que se han identificado y en los que se espera incurrir durante el año fiscal para gastos de operación, reservas no utilizadas e inversión en mejoras permanentes.
Los gastos del Fondo General continúan siendo inciertos debido a las demoras en el registro de los gastos reales y a las diferencias entre el momento en que se incurrió en los gastos y la proyección. Algunos factores que contribuyen a estos desafíos son los sistemas de contabilidad fragmentados y la falta ejecución de controles contables.
La desviación de los ingresos y gastos reales con respecto a las proyecciones observadas en Puerto Rico, tanto en las proyecciones de la Junta de Supervisión como en las del propio Gobierno, están dentro de lo esperado, dada su elevada dependencia de flujos de ingresos volátiles, como el impuesto corporativo, y los múltiples embates económicos.
Al 29 de septiembre de 2023, la cuenta TSA contaba con un saldo de caja neto disponible no asignado de $816 millones. El saldo global de la cuenta TSA fue de $7.9 mil millones, pero $7.1 mil millones de esos fondos están restringidos o tienen usos comprometidos y, por lo tanto, no están disponibles para financiar nuevos compromisos de gasto o medidas que reduzcan los ingresos.
Los usos restringidos y comprometidos incluyen asignaciones de años anteriores extendidas por el Gobierno para gastos de capital y de operación ($2.0 mil millones), asignaciones estatutarias y restringidas del Plan de Ajuste para fondos federales con asignaciones específicas y reservas para pagos del Plan de Ajuste ($2.1 mil millones), y financiamiento para el Fondo Rotatorio de Asistencia ante Desastres ($741 millones), un préstamo puente para los pagos de pensiones de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (AEE) de $300 millones y hasta $400 millones en financiamiento para gastos administrativos de la AEE ($700 millones), y una reserva de emergencia para gastos relacionados con desastres ($1.3 mil millones).