Las fuerzas armadas surcoreanas confirmaron que Corea del Norte disparó el lunes un segundo misil balístico hacia el mar desde su costa oriental.
Los militares sólo indicaron en un comunicado que el disparo fue realizado ese día por la mañana, sin dar más detalles.
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El Ministerio de Defensa de Japón indicó que también detectó el lanzamiento de un supuesto misil balístico por parte de Corea del Norte.
El disparo se llevó a cabo horas después de que Seúl reportara que Pyongyang había efectuado una prueba de un misil balístico de corto alcance hacia el mar, en una reanudación de sus pruebas de armamento.
Observadores dijeron que probablemente el gobierno norcoreano efectuó los disparos consecutivos en protesta por las maniobras de Corea del Sur y Estados Unidos para fortalecer sus planes de disuasión nuclear frente a las amenazas atómicas de Corea del Norte.
Altos funcionarios estadounidenses y surcoreanos se reunieron el fin de semana en Washington y acordaron actualizar sus estrategias de disuasión nuclear y contingencia, e incorporar escenarios de operación nuclear en sus maniobras militares conjuntas de mediados del próximo año.
El domingo, el Ministerio de Defensa norcoreano criticó las acciones de sus enemigos de incluir escenarios de operación nuclear en sus maniobras conjuntas, describiéndolas como una amenaza abierta de un posible uso de armas atómicas en contra de Pyongyang.
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Las animosidades entre Corea del Norte y del Sur se agudizaron después de que el gobierno norcoreano lanzó su primer satélite militar de reconocimiento el 21 de noviembre, en violación a las prohibiciones impuestas por las Naciones Unidas.
Corea del Sur, Estados Unidos y Japón condenaron enérgicamente el lanzamiento, al que consideran un intento de Pyongyang para mejorar su tecnología de misiles y establecer un sistema de espionaje desde el espacio.
En respuesta, Seúl anunció planes para reanudar su vigilancia aérea de primera línea. Corea del Norte no tardó en tomar represalias al restablecer los puestos de guardia fronteriza, indicaron funcionarios de Corea del Sur. Ambas medidas significarían una violación al acuerdo intercoreano de 2018 para disminuir las tensiones militares entre las dos naciones.
