El ultraderechista Javier Milei, quien adelantó que aplicará un doloroso ajuste para combatir la inflación y múltiples reformas liberales que apuntan a terminar con el actual modelo populista, asumió el domingo la presidencia de Argentina en una ceremonia que tuvo lugar en el Congreso.
Milei, líder de La Libertad Avanza, juró la Constitución para un periodo de cuatro años ante la vicepresidenta saliente Cristina Fernández de Kirchner en la asamblea legislativa a la que asistieron líderes mundiales de la derecha como el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el titular del partido Vox, el español Santiago Abascal.
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Milei, de 53 años, sucede al peronista Alberto Fernández (2019-2023) en la jefatura del Estado.
Antes de jurar el cargo, Milei firmó en el libro de honor del Congreso de presidentes “Viva la libertad carajo”, el lema con el que termina sus mensajes políticos.
A los gritos de “Libertad”, libertad”, simpatizantes de Milei en el reciento legislativo saludaron al nuevo presidente.
En una muestra de la grieta política en Argentina, Fernández de Kirchner mostró su disgusto con los militantes de la Libertad Avanza que la abuchearon previamente, a su llegada al Congreso.
La también exmandataria centroizquierdista (2007-2015) respondió desafiante a los gritos levantando el dedo anular de su mano derecha con el gesto grosero.
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Cinco legisladores de izquierda que esperaban en sus bancas la llegada del libertario alzaron carteles que decían “No al plan motosierra de Milei contra el pueblo”.
En un gesto en línea con sus críticas a los políticos tradicionales, a los que considera una “casta” de privilegiados, Milei se dirigirá a sus seguidores convocados por redes sociales desde un escenario de espaldas al parlamento.
Se espera que allí Milei se refiera a la herencia que le deja el gobierno saliente del peronista Alberto Fernández y anuncie sus primeras medidas, entre ellas un recorte drástico del gasto público. Al parecer, el ultraderechista ha decidido postergar la dolarización y el cierre del Banco Central que fueron ejes centrales de su campaña a la presidencia.
Según el programa, Milei se subirá a un automóvil Valiant III descapotable que le facilitó un coleccionista y se trasladará hacia la histórica Plaza de Mayo, tradicional epicentro de protestas y celebraciones.
El presidente, quien se auto-percibe judío, aunque todavía no se convirtió, caminará primero hacia la Catedral para una ceremonia interreligiosa.
En horas de la tarde, Milei tomará juramento a los ministros y recibirá a los invitados internacionales, entre los que resalta el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, en su primera visita a América Latina desde que estalló la guerra contra Rusia a principios de 2022.
También asistirán el exmandatario de Brasil, Jair Bolsonaro; el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el titular del partido Vox, Santiago Abascal, dirigentes de ultraderecha que comparten las visiones de Milei.
El presidente izquierdista de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, encabeza la lista de ausentes notorios, seguido por sus colegas Andrés Manuel López Obrador de México y Gustavo Petro de Colombia, los tres más afines al kirchnerismo —peronismo de centro-izquierda— que gobernó hasta ahora.
Lula rechazó la invitación, molesto porque Milei lo trató de “corrupto y comunista” durante la campaña.
La excepción será el presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, quien confirmó su asistencia.
Nicolás Maduro (Venezuela), Miguel Díaz Canel (Cuba) y Daniel Ortega (Nicaragua) ni siquiera fueron invitados.
En el cierre de su primer día como presidente de Argentina, Milei asistirá a una gala en el Teatro Colón. Medios locales reportaron que el ultraderechista pidió que la orquesta interprete “Balada para un loco”, el tango compuesto por el legendario bandoneonista y compositor Astor Piazzolla.