Una organización internacional de defensa de la prensa instó a Pakistán a no deportar a más de 200 periodistas afganos que huyeron de su país después de que el Talibán recuperase el control en agosto de 2021, cuando las tropas de Estados Unidos y la OTAN se retiraron tras más de dos décadas de guerra.
Reporteros Sin Fronteras hizo su petición una semana después de que Pakistán iniciara una campaña contra extranjeros que permanecían en el país sin permiso de residencia, principalmente unos 1.7 millones de afganos.
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La operación comenzó el 1 de noviembre, al expirar un periodo de gracia de un mes para que los extranjeros sin registrar se marcharan de forma voluntaria. Casi 270,000 afganos han regresado a su país para evitar el arresto y la expulsión forzosa. Algunos habían vivido hasta cuatro décadas en Pakistán.
Algunas personas dijeron que nunca se inscribieron en la agencia de refugiados de Naciones Unidas porque las autoridades paquistaníes eran hospitalarias, y no podían imaginar que se les ordenara marcharse con poca antelación.
Entre los afganos que siguen en Pakistán hay unos 200 periodistas, así como unas 25,000 personas que están a la espera de ser reubicadas en Estados Unidos dentro de un programa especial de refugiados. Las normas del proceso estadounidense indican que los aspirantes deben instalarse primero en un tercer país —en este caso en Pakistán— para que se tramiten sus casos.
La embajada estadounidense en Islamabad ha entregado cartas a esos solicitantes para protegerles de la deportación, pero las autoridades paquistaníes dicen que esos documentos carecen de valor legal.
Reporteros Sin Fronteros dijo en un comunicado el lunes que algunos periodistas afganos en Pakistán “han sido objeto de acoso y extorsión de policías paquistaníes, detención arbitraria, presión sobre arrendadores para que expulsen a arrendatarios afganos y procedimientos infinitos de solicitud de visas”.
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Algunos publicaron información sensible en Afganistán y buscaron refugio en Pakistán por motivos de seguridad.
“Deportarles a Afganistán les expondría claramente a un peligro mayor. Pedimos al gobierno paquistaní que evite detener a ninguno de ellos y que garantice su protección y seguridad en Pakistán”, dijo Reporteros Sin Fronteras.
Las autoridades paquistaníes dijeron que no expulsarían a ningún periodista afgano que enfrente amenazas en su país, pero que sólo considerarían los casos de “periodistas genuinos en activo”.
Muchos reporteros afganos perdieron sus empleos tras la toma de poder talibán. Las mujeres periodistas enfrentan dificultades añadidas en su país debido a las prohibiciones y restricciones de desplazamientos impuestas por el Talibán.
Las restricciones sobre los periodistas en Afganistán han sido criticadas por grupos internacionales de derechos.
Naciones Unidas dijo en mayo que la intimidación, las amenazas y los ataques sobre periodistas afganos impuestos sobre el Talibán eran inaceptables. Durante el régimen anterior del Talibán a finales de la década 1990, el grupo prohibió la mayoría de los periódicos, televisoras y radios en el país.
Reporteros Sin Fronteras situó a Afganistán en el puesto 152 de 180 países en su última clasificación mundial sobre la libertad de prensa.