Entre los primeros libros que forjaron la literatura puertorriqueña, se encontraron las antologías, aunque, en ese entonces, no fueron llamadas de esa forma. El Aguinaldo Puertorriqueño (1843) y el Álbum Puertorriqueño (1844) son ejemplos de colecciones que reunían distintas obras literarias, según el profesor de Literatura Puertorriqueña y Caribeña en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, Juan Otero Garabís.
Las antologías pueden agrupar textos literarios por temáticas, épocas, movimientos, estilos, entre otros. “Influyen en la continuidad de la promoción del género, en el reconocimiento de sus autores y en promover el interés entre lectoras y lectores”, explicó el catedrático.
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“Las antologías dan a conocer autores en mundos diferentes. Puedes hacer una antología de la literatura puertorriqueña de un siglo, por ejemplo. Pero, también, puedes hacer una antología de escritoras en un periodo o en una región no más grande que una isla”, ejemplificó Otero Garabís.
Entre los propósitos principales de dichas colecciones, está hacer accesible y preservar ciertos textos representativos de una época o movimiento. “El antólogo hace, por uno, buena parte del trabajo porque se encarga de leer los textos, digamos, de toda la poesía de un autor para seleccionar lo mejor o lo más representativo. Entonces, en ese sentido, uno de los propósitos de la antología es seleccionar lo mejor de la literatura, de un tema, autor, o época en particular”, explicó el ensayista, antólogo, cuentista y crítico literario Ramón Luis Acevedo.
Una antología, además, es un medio de difundir textos, reflejar los gustos literarios de una época y moldear los gustos de épocas futuras. Este tipo de herramienta es útil para el estudio de diversos campos, debido a que permite estudiar un tema a partir de una amplia gama de fuentes, lo que, de otro modo, sería un proceso largo.
Acevedo, quien escribió dos tomos de su Antología crítica de la literatura puertorriqueña, explicó que realizó dichas recopilaciones para los cursos de Literatura Puertorriqueña que impartía.
“Es un instrumento para uno tener unos textos y unas notas que faciliten, al lector, que no tenga que estar buscando los textos que, a veces, son muy difíciles de conseguir. Incluso, la persona que no vaya a tomar el curso puede leer la antología, las notas y es como si se diera, a sí mismo, un curso de literatura puertorriqueña”, dijo Acevedo, quien, en 1997, fue elegido como académico de número de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, donde ocupa el sillón “d”.
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También, escritores preparan antologías para “rescatar un autor que uno cree que es valioso, pero que no se le ha dado la importancia. Uno selecciona un texto, prepara una antología y lo da a conocer a través de un libro”, expresó Acevedo.
Asimismo, las antologías dan un vistazo a las preferencias e inclinaciones del autor, pues queda a su discreción cuáles obras incluir, y, usualmente, incluyen anotaciones, comentarios y lecturas críticas, en las que exponen los criterios empleados para su selección.
“Por la selección de ellos o ellas, deja ver cuáles son sus puntos de vista. Quiénes dejaste fuera, que no incluiste, de quién incluiste y qué no, o sea, le ves las costuras a mucha gente”, comentó Otero Garabís.
Precisamente, uno de los retos al preparar una antología es seleccionar solamente a algunos autores y textos. “Es el problema que tiene el autor. Para poder incluir esos autores, tengo que dejar fuera a otros, porque sino la antología sale de 4,000 páginas”, dijo Acevedo, autor de Del silencio al estallido, una antología de mujeres cuentistas puertorriqueñas contemporáneas.
Por su parte, Otero Garabís añadió que crear estas compilaciones es un reto porque el autor debe justificar su antología, y considerar si va a ser de interés e importancia para un público. “Eso es una presión. Eso es un sentido importante. ¿Qué quieres hacer cuando realizas esa selección?”.
Entre las antologías que el profesor de Literatura Puertorriqueña y Caribeña resaltó está Confederación Eléctrica Antillana: Antología de ciencia ficción caribeña (2023), que cuenta con una selección de Yoss, Melanie Pérez Ortiz, Odilius Vlak y Rafael Acevedo. Asimismo, Otero Garabís destacó la colección Los otros cuerpos: antología de temática gay, lésbica y queer desde Puerto Rico y su diáspora (2007), editada por David Calkeb Acevedo, Moisés Agosto Rosario y Luis Negrón.
Las antologías continúan siendo un recurso pedagógico clave, así como una herramienta para recopilar obras en un solo contexto, y exponer posturas, como, por ejemplo, en el tema de la diversidad e inclusión.
Cinco antologías destacadas en la literatura puertorriqueña
Listamos algunas de las colecciones importantes de textos literarios boricuas.
Las antologías presentan una oportunidad para exponer, de forma sintética, una visión general de un género, época, autor o temática. Estas colecciones contribuyen en la preservación y apreciación de la literatura, además de ser una herramienta pedagógica.
A continuación, resaltamos cinco antologías destacadas en la literatura puertorriqueña.
Cuentos puertorriqueños de hoy (1959)
El escritor puertorriqueño René Marqués publicó esta antología, en 1959, en la que recopila 17 cuentos de ocho escritores, entre los que se encuentran Abelardo Díaz Alfaro, José Luis González, Pedro Juan Soto, Edwin Figueroa, etc.
“Marqués, en esa antología, marca quién es el canon y quién no está en el canon. Decía ‘todos son hombres”, comentó, en entrevista con Metro Puerto Rico, el profesor de Literatura Puertorriqueña y Caribeña en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico Juan Otero Garabís.
Del silencio al estallido (1991)
Preparada por el ensayista, antólogo, cuentista y crítico literario puertorriqueño Ramón Luis Acevedo, ‘Del silencio al estallido’ reúne obras de mujeres cuentistas puertorriqueñas a partir de la década de 1970.
Esta narrativa femenina puertorriqueña recopila cuentos de Ana Lydia Vega, Rosario Ferré, Magali García Ramis, entre otras escritoras.
Literatura puertorriqueña del siglo XX: Antología (2004)
En esta antología, la crítica literaria puertorriqueña Mercedes López Baralt recopila una muestra de ensayos, testimonios, cuentos, novelas y poesías escritas por puertorriqueños durante el siglo 20.
La colección es una extensa exploración única de un siglo de literatura puertorriqueña, con su rico contexto cultural y social, que da forma a la palabra escrita.
Está seccionada por géneros literarios; algunos de los apartados son: “Pensando la nación (historia, sociedad, lengua y cultura): Ensayo”, “La isla irrepetible en torno al fuego” (Cuentos), “La nación flotante, aquí y allá: Testimonio”, entre otros.
Antología crítica de la literatura puertorriqueña I (2005) y II (2021)
Ramón Luis Acevedo publicó dos tomos de su ‘Antología crítica de la literatura puertorriqueña’ luego de desarrollar las recopilaciones para las clases de Literatura Puertorriqueña que impartía. “Yo daba la clase y tenía que estar sacando fotocopias. Pero un buen día dije ‘bueno, vamos a preparar un libro de una vez’. Incluimos las notas y todo eso, y ahí es que surge”, explicó el catedrático.
El primer tomo incluye textos literarios desde el siglo 16, con los mitos taínos, hasta el siglo 19, con las narraciones de Manuel Zeno Gandía. La segunda parte recoge obras desde el Modernismo hasta la Generación del ‘50.
“Se llama la antología crítica porque, aparte de los textos de los autores, hay unas introducciones al periodo en general, notas introductorias a los autores y unos comentarios sobre su obra, que orientan al lector y le sirven para entender mejor lo que va a leer y, sobre todo, para disfrutar mejor”, dijo Acevedo a Metro Puerto Rico.
Literatura puertorriqueña negra del siglo XIX escrita por negros (2009)
Esta colección, recopilada y anotada por el dramaturgo, crítico y periodista, Roberto Ramos-Perea, cuenta con obras que datan desde 1880 hasta 1925, e incluye escritos de Eleuterio Derkes, Manuel Alonso Pizarro, José Ramos y Brans, Eleuterio Lugo, entre otros. La segunda edición, corregida y aumentada, fue publicada en 2011.
El libro de Ramos-Perea abarca el tema de la negritud desde las voces de autores negros en la isla. La antología busca resaltar a “los escritores puertorriqueños negros que fueron pioneros en la expresión del pensar y el sentir de la sociedad y de sí propios”, escribió el antólogo en la primera página de su recopilación.
Asimismo, muchas otras antologías literarias, centradas en temáticas, movimientos y autores específicos, han recopilado y difundido las obras de escritoras y escritores puertorriqueños a través de los años.