Posibilidad de tormentas eléctricas o inundaciones repentinas aisladas a dispersas especialmente en el centro interior, sureste y norte de Puerto Rico durante la tarde.
Índice de calor de 102-107 grados en áreas urbanas y costeras. Posibilidad de agotamiento por calor con exposición prolongada.
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Olas iguales o mayores a 10 pies en las aguas del Atlántico y todos los pasajes locales. Condiciones peligrosas para embarcaciones pequeñas.
Es probable que haya corrientes de resaca peligrosas, particularmente a lo largo de las costas norte, oeste y este de las islas.
Existe un riesgo moderado de corrientes marinas a través de las playas expuestas del norte de PR, Culebra y las Islas Vírgenes Estadounidenses.
— NWS San Juan (@NWSSanJuan) October 30, 2023
There is moderate risk of rip currents across the northern exposed beaches of PR, Culebra and the US Virgin Islands. #prwx #usviwx pic.twitter.com/4vSZHcLevQ
Para el resto de la semana, una amplia y alargada vaguada de baja presión que se extiende hacia el norte a través de la región hasta el Atlántico suroeste, y una vaguada de nivel medio a alto ahora justo al oeste de la región, mantendrán condiciones climáticas húmedas y muy inestables hoy hasta el lunes. Las inundaciones en áreas urbanas y de arroyos pequeños, las inundaciones repentinas y los deslizamientos de tierra en áreas de terreno empinado seguirán siendo probables cada día al menos hasta el martes.
Se espera que los mares disminuyan gradualmente a partir del lunes por la tarde en adelante. Una vigilancia de inundaciones repentinas permanecerá en efecto para Puerto Rico y las Islas Vírgenes al menos hasta el lunes debido a las condiciones climáticas inestables y a las condiciones del suelo saturado. Se espera que una masa de aire más seca se filtre el viernes y durante el fin de semana, con los vientos del sureste pronosticados para volverse más al sureste para entonces.
Pierluisi declara estado de emergencia en municipios afectados por fuertes lluvias
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Rafael Pierluisi Urrutia, declaró este domingo, un estado de emergencia en los municipios de San Juan, Guaynabo y Loíza por las inundaciones repentinas ocasionadas por las lluvias torrenciales del pasado viernes.
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Según se expone en la Orden Ejecutiva 2023-032, la declaración busca que los municipios puedan activar los procedimientos especiales para adquirir materiales y servicios esenciales para responder a la emergencia.
De igual forma, Pierluisi Urrutia ordenó al secretario del Departamento de Seguridad Pública (DSP), Alexis Torres, a que proceda con la coordinación para utilizar la asistencia federal prestada en respuesta a las peticiones generadas por el gobierno y los municipios.
“El DSP preparará y presentará al gobernador, al director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP), al secretario del Departamento de Hacienda y al director de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal de Puerto Rico (AAFAF) un estimado de los fondos requeridos para realizar las labores de desalojo, rescate, respuesta y recuperación de las regiones afectadas. Lo anterior incluirá aquellos gastos incurridos hasta el momento y aquellos que se incurrirán para realizar las referidas labores”, indica el documento.
Una vez se realice el estimado, el director de la OGP asignarán los fondos disponibles a las agencias y a los municipios que identifiquen para cumplir con lo dispuesto.
Asimismo, el gobernador autorizó al Departamento de Hacienda, en colaboración con otras dependencias, a establecer un presupuesto especial para cubrir aquellos gastos necesarios para efectuar las labores de desalojo, rescate, respuesta y recuperación.
El Artículo 5.10 de la Ley Núm. 20-2017, según enmendada, conocida como “Ley del Departamento de Seguridad Pública de Puerto Rico”, faculta al gobernador a decretar un estado de emergencia en la Isla.
El pasado viernes, a raíz de la gran actividad de lluvias torrenciales que enfrentó Puerto Rico, el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés) emitió un aviso de inundaciones repentinas para varios municipios.
La actividad de aguaceros se concentró en los sectores del norte y noroeste, particularmente, en el área de San Juan, donde se registró un récord de lluvia máxima diaria de 5.20 pulgadas. Este panorama de lluvias torrenciales provocó inundaciones, socavaciones y deslizamientos de terreno en diversos pueblos.