NUEVA YORK (AP) — Cientos de manifestantes llenaron el vestíbulo principal de la conocida estación Grand Central Terminal en Nueva York durante la hora punta el viernes por la tarde, coreando lemas y desplegando carteles para exigir un alto el fuego mientras Israel intensificaba sus bombardeos sobre la Franja de Gaza.
Vestidos con camisetas negras con la frase “Los judíos dicen alto el fuego ya” y “No en nuestro nombre”, al menos 200 de los manifestantes fueron detenidos por la policía de Nueva York y sacados de la estación con las manos sujetas a la espalda. Según el NYPD, los manifestantes estuvieron arrestados brevemente, se les expedientó y quedaron libres.
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Algunos mostraron sus pancartas mientras trepaban a las barandas de piedra frente a los paneles con los horarios de salida. La Autoridad Metropolitana de Transportes pidió a los viajeros que empleasen la estación de Penn como alternativa. Después de que la policía disolvió la sentada, el resto de los inconformes salió a la calle.
“Cientos de judíos y amigos han tomado Grand Central Station en una sentada histórica para pedir un alto el fuego”, dijo el grupo activista Jewish Voice for Peace en redes sociales.
La escena recordó a la sentada de la semana pasada en el Capitolio, en Washington, donde grupos activistas judíos — entre ellos Jewish Voice for Peace y If Not Now — entraron en un edificio de oficinas congresionales. Más de 300 personas fueron detenidas entonces por manifestación ilegal.
Israel intensificó sus ataques aéreos sobre la Franja de Gaza el viernes y cortó el servicio de internet y casi toda la comunicación con los 2,3 millones de personas que viven en el sitiado enclave palestino. El Ministerio de Salud gazatí, dirigido por Hamás, dice que más de 7.300 personas han muerto, de las cuales más del 60% son menores y mujeres.
El anuncio del ejército israelí de que estaba “ampliando” sus operaciones terrestres en el territorio indicaba la cercanía de una invasión total de Gaza, donde ha prometido aplastar al grupo insurgente Hamás por su sangrienta incursión en el sur de Israel hace tres semanas. Más de 1.400 personas perdieron la vida en Israel durante el asalto, según el gobierno, y al menos 229 fueron tomadas como rehenes y llevadas a la Franja.
La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución no vinculante que pedía una “tregua humanitaria” en Gaza que conduzca al cese de las hostilidades. Fue la primera respuesta de la ONU al sorpresivo ataque de Hamás del 7 de octubre y a la reacción militar israelí en curso.