El gobierno mexicano informó el sábado, en vísperas de acoger una cumbre sobre migración con varios países de la región, que todos aquellos extranjeros originarios de países que necesitan visa para entrar a México también deberán portarla aunque sólo quieran hacer escala en los aeropuertos mexicanos como parte de su tránsito hacia otros destinos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores indicó en un comunicado que esas personas deberán contar con la visa correspondiente “antes de la salida en su país de origen para poder abordar cualquier vuelo con destino a México”.
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La medida anunciada por México, que afectará a los nacionales de los principales países expulsores de migrantes de América Latina, África y Asia, entrará en vigor el domingo, justo cuando el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se reunirá en el sur del país con sus homólogos de Colombia, Cuba, Haití, Honduras y Venezuela para buscar estrategias que frenen el flujo migratorio por la región.
En la cumbre, que tendrá lugar en Palenque, Chiapas —estado fronterizo con Guatemala—, estarán también presentes representantes de Belice, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá y Ecuador.
La imposición de visas ha sido desde hace años una de las vías para intentar frenar el flujo de migrantes hacia Estados Unidos, pero aunque se hayan dado descensos puntuales, el número de migrantes no ha parado de crecer.
En lo que va del año, más de 420.000 personas han atravesado la selva del Darién, el cruce irregular que conecta Colombia con Panamá, y las autoridades estadounidenses han interceptado en el último año a más de dos millones de migrantes.
La cumbre de Palenque tiene lugar dos semanas después de una reunión de alto nivel entre autoridades estadounidenses y mexicanas, y cuando ambos países están intensificando las deportaciones.
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Washington reanudó las deportaciones directas a Cuba en abril, y a Venezuela esta misma semana. Por su parte, la canciller mexicana Alicia Bárcena dijo el martes en el Senado que ya se habían intensificado las repatriaciones a Cuba y Honduras, y se harían también a Venezuela, uno de los motivos por los que visitó Caracas el lunes.
Según sus datos, 60.000 venezolanos entraron en México en septiembre, con lo que “es imposible para nosotros hacer una buena gestión”, agregó Bárcena.
El presidente venezolano Nicolás Maduro y su homólogo cubano Miguel Díaz-Canel, dos de los mandatarios que estarán en México el domingo, no fueron invitados por Estados Unidos el año pasado a la Cumbre de las Américas celebrada en Los Ángeles también para hablar sobre migración y a la que López Obrador no acudió en señal de protesta por no incluirlos. A aquella reunión tampoco fue citado el presidente nicaragüense Daniel Ortega.
Nicaragua tampoco está en la lista de invitados mencionada por el gobierno mexicano.