Los palestinos huían el viernes del norte de Gaza luego de que el ejército israelí le ordenó a alrededor de 1 millón de personas que se desplazaran hacia el sur del asediado territorio, en anticipación a lo que se prevé será una invasión terrestre.
La ONU advirtió que ordenar que casi la mitad de la población de Gaza huyera en masa sería desastroso, e instó a Israel a revocar la inaudita orden. Mientras los bombardeos castigaban el territorio durante el día, familias en automóviles, camionetas y carretas tiradas por burros cargadas con sus pertenencias recorrían una carretera que sale de Ciudad de Gaza.
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La oficina de prensa de Hamas dijo que aviones de combate israelíes atacaron los vehículos que huían hacia el sur, causando la muerte de más de 70 personas, mientras que el ejército israelí dijo que sus tropas habían llevado a cabo redadas en Gaza para luchar contra los combatientes de Hamas y para buscar pistas de unas 150 personas que fueron tomadas como rehén por Hamas en el brutal ataque sorpresa del fin de semana pasado.
Hamas pidió a la población que no obedezca la orden de desalojo, y las familias de Gaza enfrentaban lo que temían era una decisión sin salida: marcharse o quedarse, sin terreno seguro en ninguna parte. El personal de los hospitales dijo que no podía abandonar a los pacientes.
Los incesantes ataques israelíes de la última semana han arrasado grandes porciones de barrios de Gaza, agravando el sufrimiento de la población, ya que además Israel ha cortado el abastecimiento de alimentos, agua, electricidad y suministros médicos.
“Olvídense de la comida, olvídense de la electricidad, olvídense del combustible. La única preocupación ahora es si van a sobrevivir”, dijo entre sollozos Nebal Farsakh, vocera de la Media Luna Roja Palestina, en Ciudad de Gaza
En esta guerra, cerca de 1.900 personas han muerto en Gaza, de las cuales más de la mitad eran niños o mujeres, dijo el viernes el Ministerio de Salud de Gaza. El ataque de Hamas perpetrado el sábado dejó más de 1.300 israelíes muertos, la mayoría de ellos civiles, y cerca de 1.500 combatientes de Hamas murieron en los enfrentamientos, según el gobierno israelí.
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TROPAS ISRAELÍES INCURSIONAN EN GAZA
La redada de Israel fue la primera noticia sobre tropas ingresando a Gaza desde que Israel lanzó sus incesantes bombardeos en represalia por el ataque de Hamas, en el que los combatientes mataron a cientos de personas en el sur de Israel y llevaron unas 150 a Gaza como rehenes.
Un portavoz militar declaró que después de que las tropas terrestres israelíes llevaran a cabo sus incursiones en Gaza el viernes, se retiraron. Los movimientos no parecían ser el comienzo de una invasión terrestre.
La orden de desalojo se interpretó como una nueva señal de que Israel lanzará una ofensiva terrestre, aunque no se ha anunciado tal decisión. Israel ha estado concentrando tropas a lo largo de la frontera con Gaza. Un asalto a la densamente poblada y empobrecida Gaza provocará seguramente aún más bajas en ambos bandos en brutales combates casa por casa.
“Destruiremos a Hamas”, prometió el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en un discurso el viernes por la noche. “Esto apenas es el comienzo”, añadió.
Hamas afirmó que los bombardeos de Israel mataron a 13 de los rehenes en el último día. Dijo que entre los muertos había extranjeros, pero no divulgó sus nacionalidades. Un portavoz militar israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, refutó tal afirmación.
En Israel, el público sigue conmocionado tanto por el ataque de Hamas del fin de semana como por la continua caída de cohetes lanzados desde Gaza. El público está abrumadoramente a favor de la ofensiva militar, y las cadenas de televisión israelíes han establecido emisiones especiales con lemas como “juntos venceremos” y “fuertes unidos”. Sus reportajes se centran sobre todo en las secuelas del ataque de Hamas, en historias de heroísmo y unidad nacional, y apenas mencionan la crisis que se desarrolla en Gaza.
ISRAEL PIDE DESALOJO MASIVO DE CIVILES DE GAZA
Las fuerzas armadas israelíes exhortaron a los civiles en el norte de Gaza a desplazarse hacia el sur, una orden que, según la ONU, afecta a 1,1 millones de personas. En ese caso, la población entera del país estaría apretujada en la mitad de la franja, que tiene apenas 40 kilómetros (25 millas) de largo.
Israel dijo que necesitaba atacar la infraestructura militar de Hamas, que en buena parte se encuentra bajo tierra. Otro vocero, Jonathan Conricus, dijo que las fuerzas armadas harán “grandes esfuerzos para evitar daños a civiles” y que los residentes podrán regresar una vez finalizada la guerra.
Israel ha acusado desde hace tiempo a Hamas de utilizar a los palestinos como escudos humanos. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo que Israel quería separar a los combatientes de Hamas de la población civil.
“Así que quienes quieran salvar su vida, por favor váyanse al sur”, dijo Gallant en una conferencia de prensa junto con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, advirtió que será imposible que un movimiento de este tipo se lleve a cabo “sin consecuencias humanitarias devastadoras”. Pidió a Israel que rescindiera esas órdenes.
PALESTINOS DE GAZA NO SABEN A DÓNDE IR
La oficina de prensa de Hamas dijo que bombas israelíes cayeron sobre automóviles en tres sitios mientras sus ocupantes se dirigían al sur de Gaza y que causaron la muerte de 70 personas. De momento no había comentarios por parte de las fuerzas armadas israelíes sobre esos ataques.
Dos testigos reportaron un ataque contra los vehículos que evacuaban cerca de la localidad de Deir el-Balah, al sur de la zona de evacuación y en el área a la que Israel pidió a la gente que huyera. Fayza Hamoudi dijo que ella y su familia viajaban desde su casa en el norte cuando las bombas cayeron a cierta distancia en la carretera y que dos vehículos estallaron en llamas. Un testigo que circulaba en otro coche por la carretera relató lo mismo.
“¿Por qué confiaríamos en que están tratando de mantenernos a salvo?”, cuestionó Hamoudi con la voz entrecortada. “Están enfermos”.
Hamas señaló que la orden de desalojo era una “guerra psicológica” destinada a romper la solidaridad de los palestinos e instó a la gente a quedarse. Pero no hubo señales de que impidiera la huida.
Khaled Abu Sultan, residente de Gaza, no creyó en un principio que la orden de desalojo fuera real, y ahora no está seguro de si evacuar a su familia hacia el sur. “No sabemos si hay zonas seguras allí”, comentó. “No sabemos nada”.
Muchos expresaron inquietudes de que no podrían regresar o serían desplazados gradualmente a la península del Sinaí de Egipto.
Más de la mitad de los palestinos que viven en Gaza son descendientes de refugiados de la guerra de 1948 en torno a la creación de Israel, cuando cientos de miles de personas huyeron o fueron expulsadas de lo que hoy día es Israel. Para muchos, la orden de desalojo masivo desenterró el temor de una segunda expulsión. Por lo menos 423.000 personas, cerca de uno de cada cinco residentes de Gaza, se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de los ataques israelíes, dijo la ONU el jueves.
“¿Dónde está la sensación de seguridad en Gaza? ¿Esto es lo que Hamas nos ofrece?”, dijo un residente, Tarek Mraish, de pie en una avenida mientras pasaban vehículos. “¿Qué nos ha hecho Hamas? Nos trajo la catástrofe”, dijo, utilizando la palabra árabe “nakba” que fue utilizada para el desplazamiento de 1948.
LOS HOSPITALES PASAN APUROS
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que era imposible evacuar a los múltiples heridos de los hospitales, que ya están teniendo problemas para lidiar con las grandes cantidades de muertos y heridos. “No podemos evacuar los hospitales y dejar a los heridos y a los enfermos para que se mueran”, dijo el portavoz Ashraf al-Qidra.
Farsakh, de la Media Luna Roja palestina, dijo que algunos médicos se rehusaban a irse y abandonar a sus pacientes, y en lugar de ello estaban llamando a sus colegas para despedirse.
“Tenemos heridos, tenemos ancianos, tenemos niños que están en los hospitales”, señaló.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA por sus siglas en inglés) dijo que no evacuará sus escuelas, donde cientos de miles de palestinos se han refugiado. Pero trasladó su sede al sur de Gaza, de acuerdo con la portavoz Juliette Touma.
“La magnitud y velocidad de la crisis humanitaria en desarrollo es escalofriante. Gaza se está convirtiendo rápidamente en un infierno y está a punto de colapsar”, manifestó Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA.
Presionado por los reporteros sobre si el ejército protegería los hospitales, refugios de la ONU y otros sitios civiles, Hagari, el portavoz militar israelí dijo que el ejército haría “lo que pueda”. Pero advirtió: “Es una zona de guerra”.