La Oficina Civil de Responsabilidad Policial (COPA, por sus siglas en inglés) indicó hoy, viernes, que cerró una pesquisa tras determinar que no hubo actos ilegales por parte de agentes denunciados por abusos sexuales a migrantes en comisarías.
La agencia que supervisa la Policía del estado, informó que sus investigadores no “fundamentaron ninguna denuncia de actos ilegales entre miembros del Departamento de Policía de Chicago y nuevos arribos”.
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Asimismo, añadieron que hasta la fecha no se ha presentado ni se ha identificado testigo o víctima alguna, por lo que cerrarán el caso sin denuncias o pruebas de conducta ilegal.
No obstante, pudieran reabrirlo si reciben “nuevas pruebas materiales”.
Chicago es una de las ciudades estadounidenses que batallan para brindar alojamiento y ayuda a cientos de migrantes que llegan desde la frontera sur del país. Familias enteras duermen en las recepciones de las comisarías. Los migrantes, principalmente centroamericanos, han sido trasladados en autobuses desde Texas a Chicago y otras grandes ciudades desde la primavera.
COPA inició su investigación a principios de julio cuando un mensaje de texto que llegó a agentes policiales y otros empleados municipales en el que decía que un agente de 29 años, asignado a la comisaría de Ogden, tuvo relaciones sexuales con una migrante de 17 años alojada en la comisaría, publicó el diario Chicago Tribune.
Menos de dos semanas después, la administradora de COPA, Andrea Kersten, dijo que la oficina no había encontrado víctimas o testigos que corroboraran las denuncias.
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Kersten añadió que COPA investigaba una segunda denuncia de abuso sexual por un agente a una migrante alojada en la comisaría del distrito del ayuntamiento, en la zona norte de la ciudad.
Por su parte, el alcalde Brandon Johnson expresó que su gobierno “estaba concentrado intensamente en las denuncias profundamente perturbadoras”.