Una corte de apelaciones rechazó el jueves el intento de Donald Trump de retrasar un juicio civil en una demanda presentada por la fiscal general estatal de Nueva York, lo que permite que el caso prosiga días después que un juez determinó que el expresidente cometió fraude por años y lo despojó de algunas empresas como castigo.
La decisión de la corte intermedia de apelaciones del estado allana el camino para que el juez Arthur Engoron presida un juicio sin jurado a partir del lunes en Manhattan en la demanda civil de la fiscal general, Letitia James.
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Trump aparece entre docenas de posibles testigos, por lo que se prevé un posible enfrentamiento con el juez en la sala de la corte. El fallo por fraude del martes amenaza con echar abajo su imperio inmobiliario y obligarlo a renunciar a preciadas propiedades en Nueva York, como la Torre Trump, un edificio de oficinas de Wall Street, campos de golf y una propiedad suburbana.
Trump ha negado haber cometido alguna falta y argumenta que algunos de sus activos valen mucho más de lo que aparece en los estados financieros anuales que Engoron dijo que Trump utilizó para obtener préstamos y lograr acuerdos. Trump ha argumentado que las declaraciones tienen exenciones que lo eximen de responsabilidad. Sus abogados han indicado que apelarán.
El jueves se dejaron mensajes en busca de comentarios a los abogados de Trump y a la fiscal general.
Los abogados de Trump primero trataron de retrasar el juicio antes del fallo de Engoron, pero dijeron que la decisión sólo reforzó sus afirmaciones de que el juez estaba abusando de su autoridad.