Un grupo de manifestantes formó hoy una cadena humana para exigir al gobierno que modifique el plan para urbanizar un popular parque en el centro de la ciudad, pues el proyecto arrasaría con miles de árboles.
Los manifestantes, muchos de ellos con camisetas verdes y letreros que decían “Rescaten Jingu Gaien”, pidieron al Ministerio de Educación tomar medidas pese a que una de sus agencias forma parte de los propietarios.
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La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, aprobó el plan en febrero, una medida que permite que la promotora —conformada por la empresa inmobiliaria Mitsui Fudosan, el santuario Meiji Jingu, Itochu Corp. y el Consejo Deportivo de Japón con afiliación ministerial— construya dos rascacielos de 650 pies de altura y una torre de 260 pies.
Para lograrlo, tendrían que talar casi 3 mil árboles en Jingu Gaien, una de las áreas verdes más históricas y populares de Japón. El plan también derribará un histórico estadio de béisbol en donde jugó Babe Ruth para reconstruirlo, y cambiará un campo de rugby a uno con césped artificial.
También, están en riesgo 150 famosos árboles gingko alineados en un paseo centenario que fue construido para conmemorar al emperador Meiji, el bisabuelo del emperador Naruhito. Los críticos y activistas medioambientales afirman que los árboles gingko corren riesgo con cualquier construcción a su lado.
“Simplemente tuve que venir y hacer algo para detener la tala de árboles que podría comenzar este mes [...]. No puedo simplemente sentarme y ver la destrucción de árboles gingko de 100 años”, dijo Nahoko Shirakawa, mientras sostenía un letrero hecho a mano.
Rochelle Kopp, una de los líderes de movimiento que opera una empresa de consultoría administrativa de Tokio, indicó que el Ministerio debería proteger a Gaien como un sitio de patrimonio cultural natural y designar el área como un sitio escénico como medio para protegerla.