La agencia de la ONU para la seguridad atómica criticó duramente a Irán el sábado por prohibir que varios de sus inspectores más experimentados monitoreen el controversial programa nuclear del país.
El Organismo Internacional de Energía Atómica emitió un enérgico comunicado en medio de las añejas tensiones que tiene con Irán. El OIEA es responsable de monitorear un programa nuclear del que Occidente sospecha hace tiempo que está encaminado a desarrollar un arma atómica. Teherán insiste en que su programa tiene fines pacíficos.
PUBLICIDAD
Rafael Mariano Grossi, el titular del OIEA, dijo que Irán había retirado la autorización a “varios experimentados inspectores de la agencia”, prohibiéndoles participar en el monitoreo de su programa.
“Irán prácticamente ha retirado a cerca de una tercera parte del grupo base de los inspectores más experimentados de la agencia asignados para Irán”, destacó.
Grossi prosiguió con un “enérgico rechazo a esta medida unilateral desproporcionada y sin precedentes”, asegurando que “representa un golpe innecesario a una relación de por sí tensa entre el OIEA e Irán”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní relacionó la medida con lo que dijo era un intento por parte de Estados Unidos y tres naciones europeas para hacer mal uso del OIEA “para sus propios fines políticos”.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania criticaron a Irán en un comunicado conjunto durante una reunión del consejo del OIEA efectuada en Viena esta semana, instando a Teherán a intensificar su cooperación con la agencia.
PUBLICIDAD
Gran Bretaña, Francia y Alemania también señalaron el jueves que mantendrían sus sanciones sobre Irán relacionadas a sus programas de misiles nucleares y balísticos.
“Irán había advertido previamente sobre las consecuencias de este tipo de abusos políticos, incluido el intento de politizar el ambiente de la agencia”, declaró Nasser Kanaani, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní.
El OIEA, con sede en Viena, informó hace unos días que Irán había desacelerado el ritmo al cual enriquece uranio a niveles armamentísticos. Ello fue percibido como una señal de que Teherán trataba de reducir las tensiones después de años de disputas con Estados Unidos.
Teherán y Washington negocian un intercambio de prisioneros y la liberación de miles de millones de dólares en activos iraníes que se encuentran congelados en Corea del Sur.
Las potencias mundiales llegaron a un acuerdo con Teherán en 2015, bajo el cual Irán acordó limitar el enriquecimiento de uranio a niveles necesarios para generar energía eléctrica a cambio de que le retiraran las sanciones económicas. Los inspectores de la ONU estaban a cargo de monitorear el programa.
El entonces presidente estadounidense Donald Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo en 2018, y volvió a aplicarle duras sanciones a Irán. Un año después, Teherán comenzó a infringir lo acordado. Conversaciones formales en Viena para intentar reactivar el acuerdo se vinieron abajo en agosto de 2022.
Desde hace tiempo el gobierno iraní niega que su programa sea para producir bombas atómicas, e insiste en que tiene fines pacíficos, aunque Grossi ha advertido que Teherán cuenta con suficiente uranio enriquecido para “varias” bombas nucleares si deseara fabricarlas.