DERNA, Libia (AP) — Un muro de agua de varios pisos de altura se estrelló contra edificios de departamentos y ahogó a familias enteras en minutos.
Un hombre perdió al menos a 13 familiares. Fadellalah todavía no conoce el destino de otros 20, varios días después de que dos represas estallaran río arriba de la ciudad costera de Derna, en Libia, y provocaran inundaciones épicas que mataron a miles de personas, arrasaron vecindarios y arrastraron a algunos de los muertos al mar.
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Miles de personas, como Fadellalah, tratan desesperadamente de descubrir quiénes sobrevivieron a la embestida provocada por la lluvia.
Mientras una poderosa tormenta azotaba su ciudad, el trabajador de la tecnología de la información en Trípoli, la capital de Libia, llamó a su familia el domingo para instarlos a trasladarse a un terreno más alto.
“Nadie imaginaba esto”, dijo Fadellalah, quien pidió que no se usara su apellido por temor a represalias por parte de funcionarios gubernamentales y grupos armados que podrían considerar su historia como una crítica a sus esfuerzos.
“Algunos de ellos no tenían auto. No tenían forma de salir”, dijo sobre su familia.
Las lluvias torrenciales provocadas por la tormenta mediterránea Daniel descendieron por las empinadas laderas de las montañas. Los que sobrevivieron relatan escenas de pesadilla, con cadáveres que se amontonan más rápido de lo que las autoridades pueden contarlos.
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Si bien muchas ciudades del este de Libia sufrieron inundaciones mortales, Derna, famosa por sus villas blancas y sus palmeras, fue la más afectada. Las imágenes capturadas por The Associated Press mostraron edificios de apartamentos y bloques de oficinas que las aguas desgarraron, y autos destrozados que salpicaban el paseo marítimo de la ciudad portuaria.
La ciudad no tenía planes de evacuación y muchos residentes dijeron que no sabían que estaban en peligro hasta que escucharon el sonido explosivo de las represas al quebrarse.
Ibrahim Moussa dijo que la presa más cercana se rompió en las primeras horas del lunes.
“Lo que descendió fue un torrente de escombros que mató a todos”, dijo. Ahora, los muertos están atrapados bajo varios metros (pies) de barro y escombros.
La ubicación fue la diferencia entre la vida y la muerte. Fadellalah dijo que los 13 miembros fallecidos de su familia vivían en un vecindario cerca del valle del río. Sus cuerpos fueron recuperados y enterrados por la Media Luna Roja, y sus nombres escritos en una lista de fallecidos que le envió el grupo de ayuda.
Mohammed Derna, un maestro de 34 años y padre de dos hijos, dijo que él, su familia y sus vecinos corrieron escaleras arriba. Afuera vio gente, incluidas mujeres y niños pequeños, que el agua se llevaba. Pasaron la noche del domingo en el techo de su edificio de apartamentos antes de lograr salir el lunes por la mañana. “Gritaban, auxilio, auxilio”, dijo por teléfono desde un hospital de campaña en Derna. “Era como una película de horror de Hollywood”.
La sorprendente devastación ha subrayado la vulnerabilidad de Libia. El país rico en petróleo está dividido entre administraciones rivales, cada una respaldada por milicias armadas enfrentadas, desde hace casi una década. Se ha visto sacudido por el conflicto desde que el levantamiento de la Primavera Árabe respaldado por la OTAN derrocó a Moammar Gadhafi en 2011.
Ambos gobiernos y sus diversos patrocinadores internacionales se han unido para ayudar a los afectados. Pero el progreso ha sido lento. Puentes, carreteras y otras infraestructuras clave han desaparecido. Derna, que tenía una población de 90.000 habitantes, quedó en gran medida aislada del mundo antes de que llegaran los primeros convoyes de ayuda el martes por la noche.
Hasta el miércoles, al menos 30.000 personas habían sido desplazadas por las inundaciones en Derna, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones. Muchos huyeron a ciudades y pueblos cercanos menos afectados por la tormenta.
Una de ellas es Ahlam Yassin, un ama de casa de 30 años que se dirigió a la ciudad de Tobruk, al este.
“Todo se ha ido”, dijo Yassin, quien caminó descalza con su familia a través del agua hasta las rodillas para salir de su vecindario. “La ciudad misma ha desaparecido”.
Los primos de Mahmoud al-Baseer vivían a menos de un kilómetro (media milla aproximadamente) de una de las represas. Sobrevivieron, dijo, corriendo rápidamente a los pisos superiores de su edificio de apartamentos de tres pisos y tuvieron suerte de que la estructura resistiera.
Al-Baseer, quien vive en Gran Bretaña, inicialmente temió que hubieran muerto. Hasta que los localizó el martes por la noche, sufrió al observar la destrucción desde lejos.
“No podía seguir viendo esos videos en las redes sociales”, declaró.
Fadellalah dijo que sus padres lograron llegar a Bengasi, con la esperanza de reunirse con parientes de Derna. Y agregó que espera regresar pronto para brindar a sus familiares fallecidos un funeral musulmán apropiado.
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Jeffery informó desde Londres y Samy Magdy, en El Cairo.