SANTIAGO (AP) — Chile conmemora el lunes un nuevo aniversario del golpe de Estado que dio paso a una cruenta dictadura militar con una ceremonia en el palacio de gobierno de La Moneda, que hace 50 años fue bombardeado por aviones de guerra.
El régimen militar liderado por el general Augusto Pinochet (1973-1990) dejó un saldo de 3.200 asesinados, incluidos 1.469 desaparecidos. Medio siglo después hay 297 represores condenados y 1.300 procesos por violaciones a los derechos humanos abiertos.
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La fecha se vive en el marco de una polarización política entre el oficialismo y la oposición derechista por sus discrepancias sobre el papel que desempeñó cada uno en el golpe. El presidente Gabriel Boric calificó el ambiente como “eléctrico” y la expresidenta Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2028) lo llamó “tóxico”. La polarización llegó al Congreso, donde los diputados se enfrentaron a gritos por el tema.
Boric recordó la fecha con una actividad en la Plaza de la Constitución, frente a La Moneda, cubierta por una gran carpa bajo la cual había más de un millar de invitados locales e internacionales, incluidos algunos presidentes de la región. La oposición derechista, muy criticada por el mandatario, estuvo ausente.
En la primera línea de los invitados estuvieron los mandatarios de Bolivia, Luis Arce; Colombia, Gustavo Petro; Uruguay, Luis Lacalle Pou, y México, Andrés Manuel López Obrador. Más atrás se instalaron ministros del gabinete, parlamentarios, representantes de organizaciones internacionales y agrupaciones de derechos humanos, entre otros.
El acto comenzó con la interpretación en piano del himno nacional a cargo del destacado músico Valentín Trujillo. Simultáneamente, invitados, dirigentes partidarios y civiles depositaron grandes ofrendas florales y ramilletes a los pies de la estatura al derrocado presidente Salvador Allende (1970-1973), ubicada en un costado de la Plaza de la Constitución.