Acusaron a dos personas de saquear una vivienda dañada por el huracán Idalia en la región del Big Bend de Florida, y crecían los temores de los habitantes de que ladrones sintieran la tentación de atacar otras viviendas arrasadas por la tormenta, dada la escasez de personal policial en la zona boscosa sobre la costa del Golfo de México.
Algunos habitantes de Horseshoe Beach, una de las localidades más impactadas cuando Idalia tocó tierra el miércoles como huracán de categoría 3, exhortaron a la policía a instalar retenes para obligar a la gente que quería entrar al pueblo a mostrar documentos de identidad.
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Un hombre y una mujer de Palmetto, Florida, 320 kilómetros (200 millas) al sur de donde Idalia tocó tierra, fueron arrestados el miércoles cuando un agente de la Comisión de Pesca y Vida Silvestre escuchó ruidos cerca de una vivienda en Horseshoe Beach.
El agente sorprendió a los dos cargando artículos de la vivienda en una camioneta alquilada. Uno de los sospechosos dijo a la policía que el dueño de la vivienda le había dado permiso para retirar artículos de la casa sobre la costa. Pero los dueños, contactados por la policía, dijeron que era falso, según un comunicado de la comisaría de Dixie.
Los sospechosos fueron acusados de robo de una vivienda desocupada durante una emergencia e intrusión en propiedad ajena, y se les fijó fianza de 1 millón de dólares a cada uno.
El sábado, más de 61,000 habitantes de Florida y 8,700 de Georgia carecían de electricidad debido a Idalia. El presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden realizaban un viaje de inspección a la zona afectada por el huracán.