La implementación del Plan de Clasificación y Retribución para la Administración de Servicios Médicos de Puerto Rico (ASEM), aprobado en noviembre de 2022 por la Oficina para la Administración y Transformación de los Recursos Humanos (OATRH), costaría entre $9 a $10 millones anuales, detalló el director ejecutivo del organismo que administra el Centro Médico, Jorge Matta González.
El plan aumentaría las escalas salariales a más de $10, con lo que aspiran a retener el personal de servicios de salud, según dijo el director en entrevista con Metro Puerto Rico. No obstante, aún esperan por el visto bueno de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) para asignar los fondos y ejecutarlo. Matta González indicó que mantienen comunicación con la JSF a través de la Fortaleza, la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) y OATRH. “Lo último que nos informaron es que el plan nuestro lo vieron hace unas semanas atrás y que lo veían bien. De verlo bien a que digan [que] está aprobado, llevamos un tiempo en eso”, reconoció.
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El plan de retribución para empleados públicos, implementado en febrero y que impactó a 11,000 trabajadores, no aplicó a ASEM por ser una corporación y, por tanto, debe financiarse con ingresos propios. “Nosotros no tenemos $9 millones guardados para poder implementar, por eso la junta tiene que aprobarlo”, expresó el licenciado.
Aseguró, sin embargo, que los empleados de hospitales del Departamento de Salud se beneficiaron de esos ajustes salariales y, con la aprobación de las leyes 136 y 137 de 2020, que aumentaron el salario mínimo de los profesionales de enfermería, experimentaron menos rotación de empleados (turnover) en el Hospital Universitario de Adultos (UDH).
El director ejecutivo apuntó que esta retención permitió la apertura de 21 camas hasta agosto en UDH, mientras que, en septiembre, vislumbran abrir nueve más, para un total de 30 camas adicionales disponibles.
Según datos de ASEM, hay 312 vacantes, de las que 116 son posiciones de enfermería. Mientras, este año, se registraron 57 renuncias de enfermeras, comparado con 103 dimisiones en 2021.
La delegada de la farmacia de Centro Médico, Ada Quiñones, planteó que el plan de retribución propuesto no representa una medida de justicia salarial.
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“El plan lo que hace es agrupar funciones con los puestos. Si tienes que hacer más funciones que las que hacías antes, ahí conlleva una retribución. Eso impacta a los empleados nuevos. Los empleados que llevan tiempo en la administración, llevamos más de diez años sin recibir aumentos salariales, por diferentes leyes de emergencia fiscal (Ley 7 de 2009), sostenibilidad fiscal (Ley 66 de 2014) y la ley 26 (Ley de Cumplimiento con el Plan Fiscal), que nos han ido trastocando beneficios del convenio”, sostuvo la técnica de farmacia, quien trabaja en ASEM desde hace 27 años.
Quiñones sostuvo que la justicia salarial se alcanzaría mediante negociación colectiva con ASEM, a través de un convenio colectivo con la Unión General de Trabajadores (UGT). Aunque se espera que el plan de retribución impacte a todo el personal, Matta González no pudo precisar cuántas personas se beneficiarán de los ajustes, porque depende de la cantidad que apruebe la JSF.
Inestabilidad en hospitales desde la pandemia crea nuevos patrones laborales
La enfermera Gladys Vázquez, quien trabajó casi ocho meses en la sala de emergencias del Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Canóvanas, decidió trasladarse a una práctica privada, tras percibir la alta incidencia de fallecimientos de profesionales de salud en el pico de la pandemia de COVID-19.
Pasada la emergencia, declarada final por la Organización Mundial de la Salud en mayo de este año, Vázquez no contempla regresar a una sala de emergencias por la crisis hospitalaria que la pandemia dejó al descubierto, como deficiencias en recursos y mantenimiento estructural. Tampoco quiere exponerse a quebrantar su salud física o emocional para poder cuidar a su hija menor de edad.
“Amo el ambiente hospitalario; me encanta. Pero, en las condiciones que están los hospitales ahora, no me interesa buscar trabajo”, manifestó.
Los traslados de empleados de salud en salas de emergencias u hospitales supra terciarios a prácticas privadas o hacia el cuidado primario (preventivo) es una de las tendencias que identificaron, por separado, el expresidente del Colegio de Administradores de Servicios de Salud de Puerto Rico (CASS), Ramón Alejandro Pabón, y Matta González.
Asimismo, la doctora Rosa Castro Ávila, directora ejecutiva del centro 330 NeoMed Center, expresó que ha recibido enfermeros en busca de empleo que “han verbalizado el riesgo [al] que estuvieron expuestos durante la pandemia y lo difícil que fue trabajar en medio de la pandemia”. “Algunos han verbalizado que la carga de trabajo que tienen, o han tenido, los han motivado a querer moverse a un nivel de cuidado primario”, explicó.
Además de enfermeros, la doctora Castro Ávila enfatizó que, a nivel primario, hay escasez de tecnólogos médicos y personal administrativo para los centros de salud.
El presidente del Colegio de Tecnólogos Médicos de Puerto Rico, el licenciado Freddie Vargas, indicó que estos profesionales acuden empleo mayormente en laboratorios clínicos privados, porque los salarios en los hospitales se mantienen en rangos no competitivos, tienen que asumir turnos rotativos y conlleva mayor responsabilidad por la salud del paciente.
Estimó que hay alrededor de 4,000 tecnólogos médicos licenciados y que se gradúan anualmente entre 100 a 120, por lo que aseguró que no hay una escasez de estos profesionales de salud.
Por otro lado, Matta González, quien dirige ASEM desde enero de 2017, notó una tendencia a preferir trabajar por servicios profesionales “porque tienen más libertad [y] no se atan a un patrono”, a pesar de no contar con beneficios marginales.
“Estamos viendo que las personas están prefiriendo trabajar 7:00 a.m. a 3:00 p.m. o, incluso, hasta jornadas de doce horas, tres a cuatro veces en semana y menos en los hospitales. Otra de las cosas que estamos viendo es que se van a trabajar para los planes médicos. Es algo que estamos batallando. Nos tenemos que reinventar”, declaró.
Contratación externa para agilizar reclutamiento
En términos de la contratación en los hospitales públicos, Matta González indicó que se contratan compañías externas que se encargan del reclutamiento de personal. “Es una herramienta que tenemos y la hemos tenido siempre. Tienen sus ventajas y desventajas tanto para el patrono como para el empleado”, reconoció.
No obstante, los representantes sindicales y portavoces del gremio reclaman que la falta de beneficios por servicios profesionales no lucen atractivos para los empleados de salud y, en cambio, sirven como estrategias de lucro para las administraciones.
“Hay algunos [empleados] que se han ido; otros puestos, por leyes de retiro, se van y se quedan congelados. La administración coge esos puestos vacantes, coge ese presupuesto de esos servicios para poder traer personal por contrato de enfermería”, expuso Quiñones, quien también trabaja en una farmacia de la comunidad hace 15 años para devenir un ingreso adicional y sufragar sus gastos.
El director ejecutivo de ASEM recalcó la dificultad de realizar nombramientos para puestos presupuestados por el tiempo en que se demora el gobierno, por lo que optan por contratar por servicios profesionales y, luego, pasarlos a permanencia.
“Nombrar a una persona te puede tomar un mes versus que venga a través de estas compañías y te dura una semana. Son servicios de salud; no te puedes dar el lujo de esperar un mes a que llegue una persona. La necesidad es lo que ha llevado a esto. No hay una solución. Siempre pienso que una mezcla de las dos cosas es bueno”, abundó.
Pese a las dificultades que conlleva trabajar en Centro Médico, Matta González verbalizó que busca crear un espacio ameno para los empleados con la remodelación de la plazoleta en ASEM, entre otras iniciativas. “Trabajar en Centro Médico es una vocación, independientemente de cuánto le paguen o cómo le paguen, es porque quieren estar aquí. La satisfacción de trabajar aquí no la vas a conseguir en otro sitio”, sostuvo.
Ada Quiñones observa otro panorama ante reclamos que aún se intentan negociar en un convenio colectivo, que se propuso a ASEM en febrero de este año.
“Para enero, iba a aplicar el plan [de retribución]. Seguíamos negociando. Eso no es lo que ha pasado. Estamos en agosto. Los empleados están esperando justicia salarial y ya no encontramos qué más decirles”, proclamó.
Joaquín A. Rosado Lebrón cubre temas de salud para Metro Puerto Rico a través del programa Report for America.