Una de las preocupaciones mayores de las personas que están pensando mudarse a los Estados Unidos es el costo de vida en el país. Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunas zonas tienen situaciones financieras más críticas que otros; así lo reveló un estudio del servicio de salud digital Now Patient.
En el estudio realizado se analizaron diversos factores, desde el costo promedio de los alimentos, el seguro médico, las membresías en gimnasios e incluso los funerales. New York resultó ser el lugar más caro para vivir: los residentes gastan 482.87 dólares al mes en alimentos, 776 dólares en seguro médico y 10,335 dólares en un funeral estándar.
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Tomando la segunda posición como el lugar más caro para vivir es Alaska, donde el coste medio del seguro médico es de 822 dólares al mes, seguido de Vermont, Hawaii y Massachusetts ubicados en el quinto lugar.
Zonas de Estados Unidos donde el costo de la vida es elevado
Siguiendo los resultados del estudio realizado por Now Patient, arroja que Vermont, es el tercer estado más caro de EE. UU., un plan de seguro médico estándar le costará 760 dólares, las compras tienen un valor de 497,41 dólares al mes y el funeral promedio cuesta 8.984 dólares.
Asimismo, según el estudio, Hawái es el estado más caro tanto en términos de gastos funerarios como de alimentos mensuales por persona: 15.203 dólares y 556,76 dólares respectivamente.
Completando el orden de los cinco estados más caros se encuentra Massachusetts, donde los costos tendieron a ser bastante altos en todas las categorías. El funeral promedio cuesta $ 10,270, los comestibles mensuales cuestan $ 406,21, el seguro médico típico cuesta $ 553 al mes y una membresía en un gimnasio les costará a los residentes $ 28,50 al mes.
No todos los estados son caros
Es importante destacar que, según el estudio, Arkansas era el más barato, ya que el costo mensual promedio de los alimentos es de 282,46 dólares por persona, el plan de seguro médico típico es de 456 dólares al mes y un funeral cuesta 6.800 dólares.
Hay que resaltar que un análisis de Moody’s Analytics concluyó que la inflación está obligando a los estadounidenses a gastar 709 dólares más al mes en bienes y servicios cotidianos en comparación con hace dos años.
