Entre los arrestos realizados en la madrugada de hoy en la zona de Caguas, uno de los imputados fue identificada como Sheila Luyando Fuentes, quien era enfermera en un hospital en el área metropolitana y contribuyó con inteligencia sobre miembros de gangas rivales heridos a la pandilla.
Luyando Fuentes enfrenta una sentencia máxima de diez años de prisión y una multa de $ 250,000. Todos los acusados en la conspiración de drogas enfrentan una acusación de decomiso de narcóticos de $132,000,060.
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Luego de la acusación formal que acusó a 38 pandilleros de Caguas por parte de un gran jurado federal del Distrito de Puerto Rico el 17 de julio, en la madrugada de hoy se emitieron 38 ordenes de arrestos y personal del Negociado de Investigaciones Federales (FBI en inglés) junto a la Policía de Puerto Rico, ofrecieron detalles sobre los imputados.
En el operativo se arrestó a 17 de los acusados que se encontraban en Puerto Rico, mientras que cuatro en Estados Unidos y 10 de los acusados ya estaban bajo custodia. Sin embargo, hay siete pandilleros todavía fugitivos, entre ellos el líder, mejor conocido como Nelson Torres, “El Burro”.
Torres lleva involucrado en actos ilícitos de tráfico de drogas desde el 2010 y ha sido fugitivo federal desde el 2017.
El FBI, el Caguas Strike Force de la Policía de Puerto Rico y el Servicio de Alguaciles federal llevaron a cabo la investigación con la colaboración y el apoyo de la Administración para el Control de Drogas federal (DEA), la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), la Unidad de Detenciones Especiales de la Policía de Puerto Rico y el Equipo Municipal de Respuesta Especial de Guaynabo.
“En el FBI, sabemos el gran coraje que se necesita para hablar en contra de las pandillas violentas y no tomamos la cooperación pública a la ligera. Combatir la violencia relacionada con las pandillas es una misión que requiere un enfoque de toda la sociedad, por lo que continuaremos alentando a cualquier persona con información sobre el paradero de los fugitivos asociados con esta organización a llamar al 787-987-6500 o visitar tips.fbi.gov”, expresó el agente especial a cargo de la Oficina de Campo del FBI en San Juan, Joseph González.
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La pandilla le ofrecía enseres eléctricos entre otros regalos a los habitantes de la comunidad a cambio de su silencio, distribuyendo y poseyendo sustancias controladas y armas de fuego. Trabajaban como un “Robin Hood” con conexiones alrededor de todo Puerto Rico.
Por otro lado, de los acusados, cinco de ellos están por ser juzgados por el asesinato de la maestra, M.R.M., el 15 de mayo de 2022 en la Barriada Morales. Estos son, Jan Borges De Jesús, Michael Rodríguez Flores, José Gautier Medina, Miguel González Sánchez y Brian Sierra Feliciano.
“Con los arrestos de hoy nos acercamos a llevar justicia a la familia de la víctima MRM, una mujer asesinada sin sentido mientras estaba atrapada en el fuego cruzado durante un tiroteo de pandillas en mayo de 2022, así como a otros en la comunidad perjudicados por el tráfico de drogas y otros actos de violencia relacionados”, dijo el fiscal federal William Stephen Muldrow.
La acusación formal alega que desde el 2017 hasta el presente, la organización narcotraficante distribuyó heroína, base de cocaína (comúnmente conocida como “crack”), cocaína, marihuana, fentanilo, oxicodona (Percocet) y Alprazolam (Xanax) a menos de 1,000 pies de los proyectos de vivienda pública Brisas del Turabo, Raúl Castellón, Turabo Heights y Juan Jiménez García.
Igualmente, en la Barriada Morales, Barriada La Pajilla y Bunker en Caguas, y otras áreas en todo Puerto Rico, todos para obtener ganancias financieras y ganancias significativas.
Como parte de la conspiración, los acusados utilizaron apartamentos abandonados en los proyectos de vivienda pública para preparar las drogas para su distribución en los puntos de drogas y obtuvieron acceso a muchos vehículos para transportar dinero, narcóticos y armas de fuego. Para ese propósito, los conspiradores robarían autos o comprarían autos robados de otros para usarlos en el fomento de las actividades de tráfico de drogas.
“Las autoridades federales y estatales continuarán responsabilizando a los pandilleros violentos por sus crímenes. Aunque el líder de esta violenta pandilla sigue siendo un fugitivo de la justicia, lo perseguiremos y encontraremos a él y a sus socios criminales, sin importar dónde se escondan o cuánto tiempo tome”, indicó Muldrow.
De ser declarados culpables de los cargos de drogas, los acusados enfrentan una sentencia mínima de 10 años y hasta cadena perpetua. Si son declarados culpables de los cargos de drogas y armas de fuego en el Cargo Siete, los acusados enfrentan una sentencia mínima de 15 años y hasta cadena perpetua.
Los acusados en el octavo cargo de posesión de ametralladoras para promover el tráfico de drogas enfrentan una sentencia consecutiva obligatoria de treinta años de prisión. Los acusados en el Cargo Nueve del asesinato de M.R.M. relacionado con armas de fuego enfrentan una posible sentencia de cadena perpetua y, si lo autoriza el Fiscal General de los Estados Unidos, la pena de muerte.
Los fugitivos son, Nelson Torres Delgado, mejor conocido como “El Burro”, José Jiménez Ramos, mejor conocido como “El Mono”, Carlos De Jesús García, mejor conocido como “Oreja/Orejas”, Gabriel Vázquez Roldán, mejor conocido como “Gordo”, José Martinez Galvez, mejor conocido como “El Chef”, Miguel González Sánchez, mejor conocido como “Miky”, y Edward Vázquez Concepción, mejor conocido como “Draculín”.
