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Complicada y sin certeza la independencia de la Generación Z

Los datos de un sondeo formal por Metro PR también reflejaron la incertidumbre que reina entre los jóvenes puertorriqueños sobre etapas futuras en su vida.

Chica con auriculares frente a un ordernador, sentada en su escritorio.
Juventud. Las personas de la Generación Z en Puerto Rico han sido impactadas por desastres naturales, la quiebra fiscal del país y el golpe de la inflación a la economía. (SeventyFour/Getty Images)

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Mucho se habla de la Generación Z y sus percepciones o retos en el mundo actual, pero poco se ha dialogado con estos jóvenes en el caso de Puerto Rico. Tras un sondeo formal entre un centenar de boricuas Gen Z y entrevistas con varios de ellos, la incertidumbre que enfrentan se posiciona como el terreno común para esta nueva generación.

El sondeo realizado por Metro PR apunta a que la mayoría de los jóvenes entre 18 a 27 años vive con sus padres, sin saber cómo lograr independizarse.

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La Generación Z está compuesta por personas de 13 años a 27 años. En el sondeo realizado participaron 108 personas mayores de 18 años.

Al ser cuestionados sobre su residencia actual, un 75 % de ellos indicó estar viviendo con sus padres, 3.7 % residen con algún familiar, 5.6 % conviven con su pareja, 11.1 % comparten vivienda con un “roommate” y 4.6 % viven solos.

Sin embargo, un 60.2 % desean modificar su estado actual de convivencia, contrario al 39.8 % que está conforme con él.

Gen Z Boricua
Gen Z Boricua

“Mi mayor miedo es no poder conseguir un trabajo en que yo me pueda sentir 100 % yo”, expresó en una entrevista virtual John Santiago, de 21 años de edad y estudiante del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).

El temor de John no es aislado. La respuesta sobre cuál es el mayor temor se repetía entrevista tras entrevista. “Lo mucho que me voy a tardar, que no haya trabajo en Puerto Rico, pensar si me tengo que ir a Estados Unidos”, respondió por su parte Adriana Espino, quien trabaja para apoyar a sus padres en el pago de sus estudios universitarios.

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Mientras, Nayelis Pastrana, una recepcionista y estudiante universitaria de 20 años, dijo que tiene “miedo a salir a un campo laboral saturado” y apuntó a que los salarios de los recién graduados en Puerto Rico “la paga no va de acuerdo al costo de vida”.

“Mi mayor miedo es estar buscando trabajo un buen rato. (Los patronos) están buscando personas con diez años de experiencia con un salario que no da para tener una vida digna en Puerto Rico”, expresó por su parte, Laurie García de 24 años. En su caso, trabaja como asistente bibliotecaria, mientras culmina su maestría. Relató que puede vivir independiente porque convive con su pareja y comparten gastos, pero les da justo para cubrir sus necesidades y no para ahorrar o pensar en comprar una propiedad, mucho menos en el retiro a largo plazo.

Prácticamente todos los entrevistados no vieron posibilidades de acceder al mercado de la vivienda en Puerto Rico. “Las viviendas están sumamente caras. Te exigen un montón. Están más accesibles para los turistas que para nosotros”, dijo Adriana Espino. Mientras que Nayelis Pastrana, quien vive alquilada, ve bien difícil la posibilidad de comprar una casa. “Los jóvenes que están empezando se les ha hecho bien difícil alquilar, no me quiero imaginar comprar una casa”, opinó.

Según explica la psicóloga y presidenta del Brave Therapy & Learning Center, Natalia Márquez Torres, la generación Z es una generación que se propone así misma varios retos económicos, sociales y emocionales debido al ejemplo próximo a seguir de las redes sociales.

“La generación Z ha tenido mayor alcance a la educación, sin embargo, las estadísticas en cuanto a la depresión y ansiedad en esta población son altas. Se distinguen por su baja capacidad para tolerar la frustración. Es una generación que se ha desarrollado rodeada de eventos y crisis mundiales”, dijo Márquez Torres.

De otra parte, la mayoría de los 108 participantes estudian o trabajan. De ellos, 30.6 % de estudia, 12 % trabaja, 53.7 % estudia y trabaja y apenas 3.7 % de ellos no hace ninguna.

Aun con la mayoría de los participantes estudiando y trabajando, 48.1 % de los participantes desean desarrollar su propio proyecto para generar su ingreso económico, 42.6 % quieren trabajar en una organización ya establecida y 9.3 % no tiene planes anticipados relacionados a su aspiración profesional.

“La “Gen Z” valora el equilibrio entre su vida y trabajo. Buscan asegurar su estabilidad económica para disfrutar de su vida personal y hobbies. Al buscar oportunidades de empleo, buscan empresas con propósitos que coincidan con sus valores y principios propios”, expresó Márquez Torres.

La psicóloga también hizo hincapié que, a diferencia de otras generaciones, ellos se inclinan a poner como prioridad su bienestar emocional antes de desarrollar su estabilidad económica y que, debido a su conexión con la tecnología, han tenido mayor exposición e información.

La generación del part-time

Por otro lado, la psicóloga y catedrática del Departamento de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Ángela Velázquez Lugo, indicó que, a pesar que muchos Gen Z trabajan, lo hacen a tiempo parcial.

“Es una generación que está viviendo ahora mismo. La recesión económica que hemos vivido, los altos costos de vida, pues están llevando a que las generaciones, los Millennials y los Gen Z principalmente, estén viviendo cheque a cheque”, explicó Velázquez.

La catedrática también destacó que esto se debe a la falta de empleos a tiempo completo, que le ahorran a organizaciones los beneficios que le ofrecen a sus empleados “full-time”, como el paquete de retiro.

“Muchos de estas generaciones tienen uno o varios trabajos a tiempo parcial, principalmente porque no encuentran trabajo a tiempo completo que responde, desde mi perspectiva, a los ajustes que hacen las organizaciones para también sobrellevar la situación económica”, dijo Velázquez Lugo.

La incertidumbre ante el deseo de un buen futuro

Génesis Quiñones, de 23 años, está pronto a graduarse de un bachillerato de contabilidad, trabaja actualmente en una firma de contables y aspira tomar el examen de CPA.

Quiñones reflejó que, luego tras la pandemia del COVID-19, retomar la modalidad presencial ha sido retante. Incluso, destacó que desde el 2019 comenzó a buscar casas en el mercado, pero la pandemia puso en pausa esta meta.

“Luego de la pandemia hemos visto cómo el mercado ha estado ridículamente caro. Me gustaría mudarme, pero no me veo mudándome por los próximos años porque lo veo imposibilitado por la situación actual. Yo no tengo un salario suficiente para poder pagar lo que ahora mismo, tienen que pagar para tener una casa”, expresó la estudiante.

Más allá de la vivienda, el retiro tampoco se ve viable para jóvenes como Quiñones. “Yo pienso que para esta generación va a ser imposible”. De hecho, prácticamente todos los entrevistados por MetroPR no ven viable una posibilidad de retiro digno cuando alcancen una etapa de vida de adulto mayor. No lo ven, ni siquiera para sus padres.

La opción de migrar a Estados Unidos estuvo presente en todas las entrevistas, aunque muchos se mostraron resistentes a la idea, a pesar de reconocer incertidumbre en temas laborales, de vivienda o de retiro para la juventud puertorriqueña.

Mira el video de Metro aquí:

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