Luego de que un jurado encontrara culpable al boxeador Félix Verdejo Sánchez en dos de los cuatro cargos por la muerte de Keishla Rodríguez, personas que se encontraban a las afueras del Tribunal Federal comenzaron a celebrar el veredicto.
“Se hizo justicia, se hizo justicia”, se escuchaba gritar a las personas cuando salían del Tribunal Federal los familiares de Rodríguez.
PUBLICIDAD
Félix Verdejo es encontrado culpable en dos de los cuatro cargos por la muerte de Keishla Rodríguez
“He sido informado que el jurado ha llegado a un veredicto”, fueron las palabras del magistrado Pedro Delgado Hernández a eso de las 8:15 de la noche de hoy, viernes, luego de que los 12 miembros del jurado entraran a sala para informar a la corte sobre su decisión.
La fiscalía federal logró probar unánimemente que el boxeador Félix Verdejo Sánchez es culpable de secuestro resultando en la muerte de una persona y la muerte de un menor que aún no había nacido, por los hechos que concluyeron con el asesinato de Keishla Rodríguez Ortiz el 29 de abril de 2021.
No obstante, por los cargos uno (carjacking) y tres (uso de arma de fuego), el jurado unánimemente no acordó un veredicto de culpabilidad.
“Señor Verdejo, un jurado de sus pares lo encontró culpable de los cargos dos y cuatro de la acusación”, esbozó el Magistrado.
PUBLICIDAD
Delgado Hernández indicó que el ahora convicto por dos cargos será sentenciado el próximo 3 de noviembre a las 2:00 p.m.
Los fiscales indicaron en sala que irán en alzada por los cargos en donde no se encontró culpable al boxeador.
Durante tres días consecutivos de deliberaciones, el ambiente en el Tribunal Federal de Hato Rey continuaba tenso, en expectativa del fallo del Jurado que determinaría el futuro del exboxeador profesional. Mientras, familiares de ambas partes permanecían esperando ansiosos en salas separadas a que la corte comenzara sesión.
Uno de los familiares que más tenso y consternado lució fue el padre de Keishla, José Antonio Rodríguez, quien el jueves por la tarde, ante la expectativa de que el Jurado emitiera su veredicto, se le vio de pie en frente al banquillo, orando en silencio mientras esperaba por el anuncio. No obstante, la corte recesó deliberaciones hasta el viernes por la mañana.
Tanto el miércoles como el jueves, a eso de las 6:30 de la tarde, el jurado envió sendas notas al magistrado Delgado Hernández para recesar los trabajos de deliberación hasta el próximo día a las 9:00 a.m., petición que el juez consideró oportuna.
“He recibido una nota del Jurado pidiendo que se recese la corte por hoy y resumir deliberaciones mañana por la mañana. Pienso que es una petición justa”, aseguró el Magistrado el jueves por la tarde.
“La presentación de evidencia se extendió por casi cuatro semanas, dos días de argumentos finales. Hay mucha evidencia que examinar, instrucciones que considerar y una decisión que ponderar. El tribunal está preparado para trabajar el sábado”, añadió el Magistrado.
El pasado martes, el argumento final de la Defensa concluyó a eso de las 4:30 de la tarde y poco después, las tres mujeres y nueve hombres que componen el jurado solicitaron un receso al juez Pedro Delgado Hernández para comenzar las deliberaciones el miércoles, 26 de julio desde las 9:00 a.m.
A eso de las 9:46 del miércoles, la deliberación del jurado continuaba, no obstante, el Magistrado Delgado Hernández anunció que se le entregaría al jurado dos copias adicionales de las instrucciones finales al grupo de ciudadanos, tal y como el grupo había requerido al juez un poco más temprano en la mañana de ese día, antes de comenzar con las deliberaciones.
31 testigos en 13 días
Los interrogatorios y contrainterrogatorios de ambas partes fueron intensos y, en ocasiones, confusos, debido a la barrera del idioma, teniendo el Tribunal que proveer servicio de traducción para todos los testigos que desfilaron por el banquillo.
El Ministerio Público federal, representado por los fiscales Jeannette Collazo y Jonathan Gottfried, presentó 31 testigos contra el acusado en un espacio de 13 días a lo largo del proceso, que incluyeron a los padres de la víctima y a su hermana, así como la patóloga del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) que realizó la autopsia del cuerpo y determinó que Keishla había sido lanzada a la laguna San José desde el puente Teodoro Moscos cuando aún se encontraba con vida, entre otros testigos.
En un extenso periodo de argumentaciones, los fiscales destacaron varias relaciones extramaritales de Verdejo Sánchez y mostraron al púgil como un hombre inseguro, infiel, que maltrataba y manipulaba a la víctima.
Por otro lado, el testigo estrella de la Fiscalía, el coacusado de los hechos, Luis Cádiz, también declaró en un testimonio aterrador y detallado sobre la manera en que Keishla fue secuestrada, drogada, golpeada, amarrada y lanzada a la laguna por él y Verdejo Sánchez.
Cádiz testificó que recogieron a la víctima en su apartamento del residencial público Villa Esperanza, en Cupey, en horas de la mañana del día de los hechos para supuestamente llevarla a realizarse una segunda prueba de embarazo. Luego, el testigo aseguró que Verdejo Sánchez la golpeó en la cara dejándola aturdida, la inyectó con una sustancia (presuntamente heroína) obtenida la noche anterior por Cádiz, la amarraron con alambres de construcción, adhiriendo un bloque de cemento a su cintura para mantener el cuerpo sumergido. Una vez en el agua, según el testimonio del coacusado, el cuerpo se mantenía a flote y Verdejo Sánchez tuvo que lanzarse al agua para asegurarse de que el cuerpo se sumergía.
Uno de los exibits de evidencia mostraba un video de cámaras de seguridad donde se percibía una silueta – presuntamente del púgil – saliendo del agua de la laguna en el día de los hechos.
Otra de las evidencias más contundentes presentadas por el Magisterio Público, y que confirmó en parte la versión del coacusado, fue la guagua tipo SUV, marca Dodge, modelo Durango, color negro con asientos color rojo propiedad del púgil, la cual fue registrada en videos y fotos de seguridad el día de los hechos tanto en la residencia de Keishla como en el puente Teodoro Moscoso.
Incluso, según el testimonio de uno de los agentes que realizó la investigación en la escena del crimen, al otro día del asesinato pudo ver a Verdejo Sánchez recostado en la parte trasera de una SUV marca Honda, modelo Pilot, color negro que transitaba por el puente mientras los agentes se encontraban allí y que fuera conectada con el acusado luego de ser localizada en la residencia de un familiar de Verdejo Sánchez en Caguas.
Asimismo, la evidencia obtenida de los datos extraídos de dos celulares propiedad de Verdejo Sánchez también confirmó los movimientos del púgil el 28, 29 y 30 de abril de 2021 según el testimonio de Cádiz.
Además, a pesar de que en sala se indicó que se le había tomado una muestra de ADN al embrión que la occisa gestaba, no se indicó si se había relacionado a Verdejo Sánchez a través de la prueba.
Intentan minar testimonios
Por otro lado, la Defensa del púgil, a cargo de los abogados Jason González y Gabriela Cintrón, presentó a nueve testigos que incluyeron a la hermana del exboxeador, una empleada del auto expreso, un exentrenador del atleta y personal del ICF.
Los abogados de Verdejo Sánchez intentaron minar la credibilidad del testigo estrella de la Fiscalía, el coacusado Luis Cádiz, así como levantar duda razonable sobre las versiones de varios de los testigos del Ministerio Público. La Defensa aseguró que la Fiscalía sentó a varias personas en la silla de los testigos buscando dañar la reputación del púgil sin haber logrado probar su culpabilidad.
La evidencia recuperada en el lugar de los hechos durante la investigación del feminicidio tampoco resultó ser de mucha ayuda para la Defensa ya que los dos casquillos de bala encontrados en el lugar no eran compatibles con el arma incautada en la residencia de Verdejo Sánchez, siendo uno de los casquillos de bala de salva.
Asimismo, Cádiz admitió durante el contrainterrogatorio de la Defensa que les había mentido a los fiscales y al Gran Jurado por instrucciones del notorio abogado Edwin Prado, quien es representante legal de su hermano, Ricardo Cádiz, y de Eliz Santiago Sierra, exesposa de Verdejo Sánchez.
Cádiz aseguró que fue por instrucciones de Prado que mintió.
Ricardo Cádiz había declarado como testigo de la Fiscalía que el púgil le habría pedido que le consiguiera pastillas para abortar porque había embarazado a una mujer y que, luego, su hermano le confesó el crimen luego de ver en los medios que la Policía había encontrado el auto de Keishla abandonado en Canóvanas.
La Fiscalía había indicado que Verdejo Sánchez y el coacusado habían disparado al cuerpo de Keishla cuando estaba en el agua, pero nunca se recuperaron casquillos que ataran el arma del púgil a esta teoría. Durante el contrainterrogatorio a varios testigos del Ministerio Público también se sacó a relucir que no se hicieron pruebas de pólvora en las manos de Cádiz, quien, según se él mismo declaró, disparó el arma de Verdejo Sánchez contra el cuerpo de Keishla cuando este ya estaba en el agua.
Uno de los principales testigos de la Defensa el patólogo forense Mark Shuman cuestionó la opinión de los patólogos del ICF de que Keishla aún estaba con vida cuando fue lanzada a la laguna.
No obstante, a preguntas del Ministerio Público, Shuman admitió que analizó en apenas una hora y media las fotos de la escena, el voluminoso informe toxicológico y las fotos de la autopsia entregadas por el ICF, e indicó en el contrainterrogatorio que no podía emitir una opinión sobre cuál fue la causa concreta de la muerte de Keishla.