Un ciudadano, identificado como Johnny Ruiz, compartió a través de las redes sociales este fin de semana la captura de una enorme culebra en el municipio de Barceloneta.
En la imagen, se observa a dos hombres cargando al reptil, que según Ruiz, mide 18 pies de largo. “Es la más grande que yo he visto (…) por la calor que hace, salen”, comentó.
De acuerdo, Carlos Martínez Rivera, administrador del portal científico “Biodiversidad de Puerto Rico” se trata de una pitón reticulada (Mayalopython reticulatus) nativa de Asia tropical.
Martínez Rivera explicó, además, que este animal llegó a la Isla a través del mercado de animales exóticos.
“Ya hay una población establecida en el área boscosa de Bayamón, Naranjito y Comerío. Era solo cuestión de tiempo que siguieran expandiéndose y ahora se encuentran en otras áreas del centro/norteeste de la Isla”, precisó a través de su página en Facebook.
Recomendados:
Suegros de Jenniffer González piden se descalifique a oficial examinadora en pugna con DRNA
Jokic brilla con 40 puntos y Nuggets están a un triunfo de eliminar a Wolves
¿Tenemos un gobierno de tontos?
Igualmente, el experto indicó que, una vez se establecen, están para quedarse y pueden expandir su territorio de forma natural o asistidas por los humanos.
De igual forma, estableció que, al momento, en el archipiélago no se están llevando a acabo trabajos para controlar y exterminar la población de pitones reticuladas, que ponen en riesgo a especies nativas como la boa puertorriqueña.
“Pero algo es seguro, la población de esta pitón en Puerto Rico se debe eliminar (…) Las pitones reticuladas se alimentan de ratas, palomas, iguanas y pájaros por los primeros años de su vida. Una vez sobrepasan los seis pies, necesitan buscar presas más grandes que no ocurre de forma natural en Puerto Rico. Pero, como en la Isla hay tanto animal de corral y animales domésticos, que no están dentro de un domicilio, se les hace fácil encontrar alimento cerca de las casas”, detalló.
En cuanto a los hábitos de alimentación de estas serpientes en el País, consumen, principalmente, especies exóticas introducidas (iguanas de palo, monos y cerdos silvestres), pero al hacer esto, compite con la boa nativa.
“Las presas nativas más grande que pueda comer van a ser el guaraguao, aves acuáticas, pájaro bobo, perdices, paloma turca y cabeciblanca y, en teoría, nuestras aves amenazadas como la cotorra y la paloma sabanera. También, se alimenta de animales domésticos como gallinas, patos, conejos, perros pequeños y gatos (...) Algunas se han reportado atacando becerros y cabras”, finalizó.
Al momento, un grupo de investigadores de la Universidad de Puerto Rico (UPR) estudia los efectos que puede tener este animal en la fauna local, la economía y los seres humanos.
Los ejemplares de esta especie pueden superar los diez metros de largo y pesar más de 100 kilogramos en estado salvaje. Sin embargo, en cautividad, raramente superan los cinco metros.
Se le exhorta a la ciudadanía que, de ver un animal como este, se comuniquen con la Unidad de Vida Silvestre del Departamento de Recursos Naturales (DRNA) al 787-724-5700.