SEÚL, Corea del Sur (AP) — Mientras Corea del Sur lleva a cabo una campaña para dejar de lado un antiguo y extraño método para contabilizar la edad de la población que hace que las personas sean uno o dos años mayores de lo que son en realidad, los niños son algunos de los pocos que parecen querer mantener las cosas como estaban.
“Cumplí 6 y ahora tengo 5 otra vez”, dijo Kim Da-in cuando un reportero de televisión le preguntó sobre una nueva ley que entró en vigor el miércoles, la cual formaliza el método internacional de conteo de edad en las leyes civiles y administrativas, y alienta a la población a contar sus edades tal como corresponde.
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La costumbre tradicional surcoreana de conteo de edad considera que todos tienen un año de edad al nacer y se les suma otro año el 1 de enero, por lo que si un niño nació el 31 de diciembre, al siguiente día cumple dos años.
Si bien la nueva ley es el más reciente intento del país por dejar de lado ese método y estandarizar las edades internacionales basándose en los cumpleaños, de momento se desconoce si habrá algún cambio tangible, más allá de las frustraciones de niños como Da-in.
El presidente Yoon Suk Yeol ha señalado que la estandarización de las edades es un objetivo clave de su gobierno, haciendo mención de la necesidad de reducir “la confusión social y administrativa”, así como las disputas. Pero funcionarios del Ministerio de Legislación Gubernamental de Corea del Sur reconocieron que la nueva ley no provocará cambios significativos en la manera en que se llevan a cabo los servicios públicos del país, pues la mayoría de ellos se basan en las edades internacionales.
Las edades internacionales son el estándar en la mayoría de las leyes y documentos oficiales y legales del país, y definen el momento en que una persona entra a la escuela, es elegible para conducir, votar o recibir una pensión.
De cualquier forma, Choi Eun-young, una residente de Seúl de 49 años de edad, recibió con los brazos abiertos la nueva ley, al ya no sentir la necesidad de decir que ya está en los 50.
“La ley no te hace más joven biológicamente y no existen beneficios reales, más allá de sentirte bien porque dicen que tienes un año menos que antes”, comentó. “Pero si ese es el estándar internacional, no hay nada malo con apegarse a él”.