El mundo nos bombardea constantemente con instrucciones para ser más felices, estar más en forma y ser más ricos, así como con otros mensajes de superación personal. Por eso no es de extrañar que la búsqueda de la perfección se haya convertido en una trampa difícil de alcanzar para muchos. Desde las portadas de las revistas que muestran cuerpos perfectos hasta los influencers que alardean de sus vidas aparentemente inmaculadas, la sociedad ha establecido unos estándares poco realistas que alimentan nuestra insatisfacción con lo ordinario.
“El aumento del perfeccionismo en los últimos años puede atribuirse a varios factores subyacentes y tendencias sociales. La mayor presencia de las redes sociales y la comparación constante con imágenes idealizadas de la vida de los demás desempeñan un papel importante. También ha contribuido la presión por tener éxito y cumplir normas estrictas en diversos ámbitos de la vida, como la educación, la carrera profesional y las relaciones personales. Además, el énfasis cultural y social en la validación externa, la competencia y el miedo al fracaso alimentan aún más el afán de perfección. La combinación de estos factores ha creado un entorno que fomenta y perpetúa las tendencias perfeccionistas”, explicó a Metro Smita D Jain, coach personal y conferenciante de TEDx.
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Pero, ¿hasta qué punto nos afecta realmente la trampa del perfeccionismo? Según los expertos, perseguir la perfección es como correr en una cinta, persiguiendo algo que está justo delante de ti. Puedes correr más rápido y más fuerte, pero en realidad no llegarás a la meta.
“El perfeccionismo mina nuestra salud mental porque alimenta la ansiedad, la inseguridad y el descontento. Provoca más estrés del que está justificado, con los consiguientes efectos negativos. Además, el perfeccionismo puede interferir en nuestra capacidad de establecer conexiones reales y auténticas con la gente, lo que conduce a la soledad. También puede cuestionar nuestro sentido del valor inherente, haciéndonos sentir que nuestro valor se basa en un estándar inalcanzable. En última instancia, el perfeccionismo nos aboca al fracaso”, afirmó la Dra. Ashley Smith, psicóloga licenciada y cofundadora de Peak Mind: The Center for Psychological Strength, que trabaja con personas con problemas de ansiedad y perfeccionismo.
Taylor Osbaldeston, profesora de meditación y atención plena certificada en EE.UU. y responsable del programa de nutrición y peso en Durand Integrated Health Group, cree que liberarse de la trampa del perfeccionismo requiere una combinación de autorreflexión, estrategias prácticas y desafiar nuestros sistemas de creencias.
“Al entender las raíces de nuestro perfeccionismo, podemos comprender sus limitaciones y empezar a cuestionar esas creencias. Cuando reconocemos que la perfección no es alcanzable, podemos empezar a redefinir nuestra definición del éxito”, afirmó.
Y concluyó que “también es importante fijarse objetivos realistas y alcanzables, dar prioridad al autocuidado y practicar la atención plena también pueden ayudarnos a encontrar una mayor satisfacción con nuestra vida”. Las técnicas de atención plena, como la meditación y los ejercicios de respiración profunda, pueden ayudar a desarrollar la conciencia de uno mismo. La atención plena nos permite observar nuestros patrones perfeccionistas sin juzgarlos, creando una mayor conciencia del momento presente. Practicando la atención plena, podemos desprendernos de la necesidad de validación externa y centrarnos en lo que realmente queremos”.
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4 preguntas a Smita D Jain:
Coach personal y conferenciante TEDx.
¿Hay aspectos positivos en el perfeccionismo?
– Aunque el perfeccionismo se asocia a menudo con consecuencias negativas, hay algunos aspectos potencialmente positivos a tener en cuenta. El perfeccionismo puede impulsar a las personas a fijarse objetivos ambiciosos, luchar por la excelencia y alcanzar altos niveles de rendimiento. Puede alimentar la motivación, la atención al detalle y una fuerte ética del trabajo. Sin embargo, cuando el perfeccionismo se vuelve excesivo o rígido, puede provocar estrés, ansiedad y disminución del bienestar.
¿Qué técnicas podemos utilizar para liberarnos de la trampa del perfeccionismo?
- Liberarse de la trampa del perfeccionismo requiere adoptar una mentalidad más equilibrada y autocompasiva. Algunas de las estrategias que se pueden emplear son establecer objetivos y expectativas realistas, centrarse en el progreso en lugar de en la perfección, practicar técnicas de autocuidado y de gestión del estrés, cuestionar la autoconversación negativa y los patrones de pensamiento perfeccionista, buscar el apoyo de los demás, cultivar la autoaceptación y la gratitud. La atención plena y la autorreflexión también pueden ser útiles para desarrollar una perspectiva más sana del éxito y aceptar la belleza de la imperfección. Adoptando una mentalidad de crecimiento y valorando el crecimiento personal por encima de la validación externa, podemos encontrar mayor satisfacción y bienestar en nuestras vidas.
¿Deberíamos cultivar una mentalidad más sana y aceptar la idea de ser “suficientemente bueno” en lugar de luchar constantemente por la perfección?
- Sí, cultivar una mentalidad más sana y aceptar la idea de ser “suficientemente bueno” es crucial para nuestro bienestar. Esto puede hacerse cambiando nuestro foco de la validación externa a la satisfacción interna, reconociendo y celebrando nuestros logros y practicando la autocompasión. Establecer expectativas realistas y comprender que la perfección es inalcanzable nos permite aceptar las imperfecciones y aprender de nuestros errores. Podemos cuestionar los pensamientos y creencias perfeccionistas replanteándolos y recordándonos a nosotros mismos que nuestra valía no viene determinada únicamente por nuestros logros. Desarrollar la autoaceptación y dar prioridad al autocuidado nos ayuda a encontrar el equilibrio y la satisfacción en nuestras vidas, lo que nos permite prosperar y dejar de lado la búsqueda irrealista de la perfección.
¿Debemos esperar cambios sociales?
- Podemos esperar un cambio en las actitudes sociales hacia el perfeccionismo. Cada vez se reconocen más los efectos perjudiciales del perfeccionismo en la salud mental y el bienestar general. A medida que aumente la concienciación, es probable que se haga más hincapié en aceptar las imperfecciones, fomentar la autocompasión y promover una mentalidad más sana. La atención se centrará en valorar el progreso y el crecimiento personal en lugar de los ideales inalcanzables de perfección. Este cambio contribuirá a un enfoque más equilibrado y satisfactorio de la vida, permitiéndonos encontrar satisfacción en la autenticidad.