PARÍS (AP) — La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), anunció el lunes que Estados Unidos planea reincorporarse a la agencia cultural y científica de la ONU, y pagar más de 600 millones de dólares en cuotas atrasadas, después de una disputa de una década provocada por la decisión de la organización de incluir a Palestina como integrante.
Los funcionarios estadounidenses dicen que la decisión de regresar estuvo motivada por la preocupación de que China esté llenando el vacío dejado por Estados Unidos en la formulación de políticas de la UNESCO, en particular en el establecimiento de estándares para la Inteligencia Artificial y la educación tecnológica en todo el mundo.
PUBLICIDAD
El subsecretario de Estado para Gestión y Recursos de Estados Unidos, Richard Verma, envió una carta la semana pasada a la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, en la que formalizaba el plan de su gobierno para reincorporarse.
Sonaron aplausos el lunes en el auditorio de la UNESCO, luego de que Azoulay anunció el plan a los embajadores en una reunión especial. Delegado tras delegado se pusieron de pie para congratularse de la noticia y la nueva afluencia de fondos. Se espera que el regreso de Estados Unidos, que alguna vez fue el mayor financiador de la agencia, sea sometido a votación de sus 193 estados miembros el próximo mes, según un diplomático de la UNESCO.
La decisión es un gran impulso financiero para la agencia de la ONU, conocida por su programa de Patrimonio Mundial, así como por proyectos para combatir el cambio climático y enseñar a leer a las niñas en el mundo.
Estados Unidos e Israel dejaron de financiar a la UNESCO después de que la agencia votara para incluir a Palestina como estado miembro en 2011, y ambos países perdieron sus derechos de voto en 2013. El gobierno del entonces presidente Donald Trump decidió en 2017 retirar al país de la agencia por completo al año siguiente, citando supuestos prejuicios antiisraelíes y problemas de administración.
Estados Unidos y la UNESCO han tenido una relación turbulenta durante las últimas cuatro décadas, luego de desavenencias en torno a cuestiones ideológicas durante la Guerra Fría y el conflicto palestino-israelí más recientemente.
PUBLICIDAD
El expresidente Ronald Reagan retiró al país de la UNESCO en 1983, pero el expresidente George W. Bush lo reincorporó en 2002. Luego Trump lo volvió a retirar en 2017, citando su supuesto sesgo antiisraelí. Israel anunció su retirada al mismo tiempo, y ambas salidas entraron en vigor en enero de 2018.
Al asumir Biden la presidencia, su gobierno explicó que tenía la intención de volver a ingresar a la UNESCO. En marzo, cuando fue presentado el presupuesto para el próximo año fiscal, el subsecretario de Estado de Administración, John Bass, dijo que Estados Unidos creía que reincorporarse a la UNESCO ayudaría a su país en su rivalidad global con China, que ha invertido grandes sumas en organizaciones de la ONU.
Volver a ingresar a la UNESCO “nos ayudará a abordar un costo de oportunidad clave que nuestra ausencia está creando en nuestra competencia global con China”, dijo.
“Desde mi punto de vista, si realmente tomamos en serio la competencia de la era digital con China, en un evidente conjunto de intereses, no podemos darnos el lujo de estar ausentes por más tiempo de uno de los foros clave en el que se establecen los estándares en torno a la educación, la ciencia y la tecnología”, dijo Bass.
“Y hay varios ejemplos más en ese espacio de la misión de la UNESCO en la que nuestra ausencia se nota y donde socava nuestra capacidad de ser tan eficaces en promover nuestra visión de un mundo libre”, manifestó.