Decenas de miles de personas participaron del desfile de Orgullo el jueves en Tel Aviv, un festejo anual que transforma el paseo marítimo de la ciudad en un festival de banderas del arco iris, música estruendosa y disfraces coloridos.
Fue la primera vez que se realizó el desfile en Tel Aviv desde que asumió el gobierno de extrema derecha, muchos de cuyos miembros son abiertamente anti-LGBTQ+.
PUBLICIDAD
Drag queens y hombres con el torso desnudo bailaron sobre carrozas, mientras multitudes de espectadores excitados bailaban y tomaban fotos. Muchas banderas del arco iris llevaban la Estrella de David, el símbolo judío.
Las escenas festivas marcaban un agudo contraste con el desfile gay de la semana pasada realizado en medio de estrictas medidas de seguridad en Jerusalén, una ciudad conservadora situada a apenas una hora.
“Soy una minoría. Quiero salvar mis derechos. Quiero luchar por los derechos de otras minorías. Quiero igualdad. Eso es todo”, dijo Ohad Huri, un israelí que tiñó su larga barba con los colores del arco iris.
Israel se encuentra dividido este año en torno a un contencioso plan del gobierno para reformar el poder judicial. El plan ha puesto al descubierto las viejas divisiones sociales entre los defensores de los valores liberales y los que quieren inclinarlo hacia el conservadurismo religioso.
El gobierno del primer ministro Benjamin Netnyahu está formado por partidos nacionalistas y ultrarreligiosos cuyos dirigentes se oponen abiertamente a la homosexualidad. Netanyahu ha prometido proteger los derechos de los LGBTQ+, y el presidente del Parlamento, Amir Ohana, es abiertamente gay.
PUBLICIDAD
Tel Aviv se presenta como un destino acogedor para los homosexuales, y miles de turistas arribaron para el desfile del jueves.
En general, Israel es un país tolerante de la comunidad LGBTQ+, algo inusual en el conservador Medio Oriente, donde se considera a la homosexualidad algo tabú y está prohibida en algunos países. Miembros de esta comunidad revistan en las fuerzas armadas o participan en política sin ocultarse, y muchos artistas populares son abiertamente gay.