CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El papa Francisco designó el viernes a un obispo con años de experiencia en las cárceles del país como arzobispo de Buenos Aires, después de afirmar en la víspera que por fin visitaría su país natal el año próximo.
Jorge Ignacio García Cuerva, obispo de Río Gallegos, de 55 años, sucederá al cardenal Mario Aurelio Poli, quien cumplió 75 años el año pasado, dijo el Vaticano.
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En la víspera, Francisco reiteró que contemplaba una visita a la Argentina el año próximo. Durante los 10 años de su pontificado, Francisco se ha mantenido alejado de la Argentina, aparentemente para no verse arrastrado a la polarización política en su país natal. Pero recientemente ha indicado que está dispuesto a regresar el año próximo, después de la juramentación del presidente que resulte elegido en octubre.
“Mi idea es ir el año que viene. Veremos si es posible”, dijo el papa en un foro estudiantil.
En ese caso, le correspondería a García Cuerva organizar el viaje y recibir al papa.
García Cuerva, abogado de derecho canónico, fue designado obispo de Lomas de Zamora, en las afueras de Buenos Aires, en 2017 y de Río Gallegos, en el extremo sur del país, dos años después. Ha sido capellán de muchas cárceles, donde atiende a los presos, y actualmente es vicepresidente de una comisión eclesiástica internacional de capellanes de cárceles.
Francisco fue arzobispo de la capital argentina desde 1998 hasta su elección como papa en 2013. Como arzobispo, visitaba a presos, y ha continuado esa actividad como papa. Se ha mantenido en contacto con presos en la Argentina, visitado cárceles en sus viajes por el mundo y con frecuencia celebra los ritos del Jueves Santo en penitenciarías.