El juez William Machado Aldarondo del Tribunal de Primera Instancia de Mayagüez dictó el lunes sentencia contra Daniel Ortiz Torres, por atropellar bajo los efectos del alcohol a la joven Laura Pérez Hernández, en hechos ocurridos el 27 de septiembre de 2020.
Ortiz Torres fue sentenciado a 5 años de cárcel; 5 años de revocación de licencia de conducir. Además deberá someterse al Panel de Impacto a Víctimas de ASSMCA, multas de aproximadamente 3,300 dólares, según enumeró la sentencia el juez.
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Ortiz Torres se declaró culpable de haber atropellado en estado de embriaguez a Laura Pérez Hernández y a Giovanna López Albino, el 27 de septiembre de 2020 en Guanajibo Homes de Mayagüez.
La defensa del acusado intentó sin éxito impugnar la informe pre-sentencia para que la condena se limitara a una restricción domiciliaria. El Ministerio Público, representado por los fiscales José Arocho Soto y André P. Lartigaut Rivera se opusieron y argumentaron que, debido al historial delictivo de Ortiz Torres, representa un peligro para sí mismo y para la sociedad. El tribunal declaró no ha lugar a la petición de la defensa.
“Lo peor de cometer errores es no aprender de ellos. La conducta negligente que no tiene consecuencias está destinada a repetirse. Esta es la cuarta convicción de Daniel Ortiz Torres por manejar bajo los efectos de bebidas embriagantes. Anteriormente le habían multado y ofrecido terapias. Se le han otorgado suficientes oportunidades. El acusado representa un riesgo para él y para la sociedad. Por ello le pedimos al tribunal la pena máxima, la consecuencia tiene que ser la cárcel”, manifestó el fiscal Arrocho Soto.
Tras escuchar a las partes, el tribunal dictó sentencia condenando a Ortiz Torres a cinco años de prisión por cada uno de los dos cargos de conducir en estado de embriaguez y ocasionarle grave daño corporal a una persona, según tipificado en el artículo 7.06 de la Ley de Vehículos y Tránsito de Puerto Rico. “Ortiz Torres tendrá que cumplir de manera concurrente los cinco años de cárcel que se le impusieron por el daño ocasionado a cada una de las víctimas al conducir ebrio. Esta es la pena máxima por este tipo de delito. También le impusieron $2, 000 en multas, a razón de mil por cada cargo”, explicó el fiscal.
De igual forma, fue sentenciado de forma concurrente a cumplir tres años de cárcel por el delito de conducir bajo los efectos del alcohol (Art. 7.02), tres años por un delito menos grave por provocarle daño corporal (Art. 7.05) a Lisette Hernández Pecunia, madre de víctima Laura Pérez Hernández, tres años por manejar de forma negligente (Art. 5.07) y $1, 100 en multas.
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Además, se le canceló la licencia de conducir por los próximos cinco años y se le impuso una multa de $200 por el delito menos grave de conducir un vehículo de motor sin estar debidamente autorizado (Art. 3.23).
“Finalmente se hizo justicia para Laura Pérez y Giovanna López. Esperamos que igualmente tengan paz y puedan sanar el dolor que han sufrido por la conducta negligente y criminal de una persona que no midió las consecuencias de conducir ebrio y hoy tendrá que pagar encerrado en prisión por su conducta reincidente. Esperamos que este caso sirva de disuasivo para otros violadores de la ley. Nuestra solidaridad para ambas víctimas y sus familiares”, expresó el secretario de Justicia, Domingo Emanuelli Hernández.
La Fiscalía de Mayagüez, que lidera la fiscal de distrito Blanca Portela Martínez, también solicitó una pena de restitución a favor de las perjudicadas. Sin embargo, el tribunal concedió una vista evidenciaria, señalada para el 24 de mayo a las 2:00 p.m., en la cual se evaluarán los daños que han sufrido ambas víctimas antes de que el tribunal haga una determinación sobre el particular.
El director ejecutivo de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito, Luis Rodríguez Díaz, expresó en comunicación escrita: “Ciertamente hoy se lleva un mensaje claro: guiar borracho es un crimen, serás arrestado. El caso de Laura Pérez es ejemplo de justicia que valida a su vez los esfuerzos educativos que la Comisión viene realizando por muchos años dirigido a erradicar una conducta antisocial y temeraria de manejar bajo los efectos del alcohol. Confiamos que esta sentencia sirva de disuasivo para todos aquellos conductores que piensen que en Puerto Rico no hay consecuencias por sus acciones criminales. Agradecemos a los fiscales y la Judicatura por un trabajo de altura y responsable como se merece nuestra sociedad”.
Laura Pérez Hernández escribió una carta al juez William Machado, el pasado mes de marzo,
“Como representante de la judicatura y protector de la justicia, usted habrá de dictar la sentencia de Daniel Ortiz Torres quien arrojó 0.20% de alcohol en la sangre y quien tiene historial delictivo, ya que según sabemos ha tenido sobre 7 incidentes con la justicia, tales como mutilación, agresión agravada, posesión de armas sin licencia, imprudencia/negligencia temeraria, uso ilegal de licencia de conducir, grave daño corporal, y sobre 3 por manejar vehículos bajo efectos de bebidas alcohólicas, entre otros. Esta persona nunca ha demostrado arrepentimiento”, expresó la joven en la misiva.
El hoy convicto arrojó .20 % de alcohol en su organismo al momento de arrollar a Pérez Hernández.
Pérez Hernández describe en la carta las graves heridas que sufrió a consecuencia de ser arrollada y las intervenciones médicas a las que fue sometida, incluida la amputación de su pierna izquierda.
“Este conductor ebrio me quitó la oportunidad de concluir los sueños albergados, sumado a las cicatrices físicas y emocionales, ambas igual de dolorosas. En estos años me he perdido a mí misma, he llorado mares, y he rogado a Dios por el milagro de la sanación, no sé cuántas veces. Todavía me miro al espejo y no creo lo que veo en mí”, sostiene la joven en su carta al juez Machado.
La víctima del conductor ebrio rechazó que Ortiz Torres cumpla arresto domiciliario y solicitó al juez que imponga la máxima sentencia. “Señor juez, aquel que hace daño no merece privilegios. No puede ser posible que mi dolor, el de mi familia y el cambio radical que dio mi vida, se resuelva con una ‘restricción domiciliaria’ y trabajando 4 horas, según ha solicitado el acusado. Lo justo es que cumpla con la pena máxima que corresponde, 5 años de cárcel. Me parece que ya basta de pasarle la mano a este hombre por sus delitos, que viene cometiendo hace años”, afirmó.
La joven invitó al juez Machado a “devolver la confianza” al sistema de Justicia de Puerto Rico. “Usted puede enviarle un mensajea todos y todas los que abusan del alcohol en la carreteras y han cobrado cientos de vidas. Que esta persona cumpla su condena y que lo haga en la cárcel, y sin el privilegio de estar en la comodidad de su hogar, expuesto a seguir alimentando su dependencia al alcohol”.
“Señor Juez, por favor ayúdeme a sanar, yo solo quiero tener paz en medio de mi dolor y frustración. Con la justicia, vendrá también mi sanidad y podré ir cerrando capítulos de esta horrible historia que me ha tocado vivir por culpa de la irresponsabilidad de alguien más”, concluye la misiva.