La administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, busca implementar nuevas normas para la regulación de la contaminación provocada por las plantas de energía de gas natural que afectarían tanto a las nuevas plantas como a las ya existentes.
Según informó CNN, fuentes del medio aseguran que la administración del presidente a través de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) explora formas de endurecer las normas no solo para las nuevas plantas sino que incluye a las existentes. Estas reglas serían más estrictas que las planteadas anteriormente que tenían como objetivo controlar la contaminación de las plantas de energía de gas natural y protegían a las plantas existentes con leyes anteriores.
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Estas normas aplicarían a Puerto Rico por ser un territorio de los Estados Unidos y regirse bajo el reglamento de la EPA.
CNN también reportó que el planteamiento de las nuevas normas ha cobrado más fuerza en las últimas semanas por presión de grupos ambientalistas.
El sector eléctrico genera una cuarta parte de toda la contaminación que provoca el calentamiento global, según información de la EPA.
Un portavoz de la EPA, Tim Carroll, confirmó al medio estadounidense que la agencia “se está movimiento con urgencia para promover estándares que protejan a las personas y al planeta, aprovechando el impulso de la agenda económica Investing in America del presidente Biden, que incluye propuestas para abordar las emisiones de carbono de las plantas de energía nuevas y existentes”.
“Una vez que se complete el proceso de revisión interinstitucional, la EPA espera poder compartir más información con las partes interesadas y el público”, añadió.
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Normas de EPA buscan impulsar a vehículos eléctricos
Esta semana, el gobierno de Estados Unidos propuso nuevos límites a la contaminación atmosférica que obligarían a que hasta dos tercios de los vehículos nuevos vendidos en la nación sean eléctricos en 2032, un incremento de casi diez veces en las ventas actuales de vehículos impulsados por electricidad.
La propuesta de reglamento, anunciada el miércoles por la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés), establecería límites a las emisiones del tubo de escape para los modelos de los años 2027 a 2032 que serían los más estrictos jamás impuestos, y exigiría muchas más ventas de vehículos eléctricos nuevos que las acordadas por la industria automovilística hace menos de dos años.
Una vez finalizado, el plan representaría el impulso más fuerte hasta ahora hacia un cambio, alguna vez casi impensable, de los coches y camiones de gasolina a los vehículos impulsados por baterías.