JARTUM, Sudán (AP) — Los generales rivales que se enfrentan en Sudán realizaron el miércoles un nuevo intento de establecer un cese del fuego por 24 horas por motivos humanitarios después de que una tregua fracasara la noche anterior. Pero aún había combates esporádicos y los grupos de asistencia señalaron que necesitaban más garantías y un periodo más amplio para ayudar a los civiles atrapados luego de cinco días de intensas batallas en zonas urbanas.
Horas antes, algunos aterrados sudaneses llevaban consigo todo lo que les era posible mientras intentaban escapar de la capital, Jartum, en donde las fuerzas leales a los dos principales generales del país se han estado enfrentando con tanques, artillería y aeronaves desde el sábado.
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La intensidad de los combates disminuyó en las primeras horas desde que la tregua entró en vigor a las 6 de la tarde, aunque en el centro de la ciudad había enfrentamientos esporádicos, señaló Atiya Abdalla Atiya, secretario del Sindicato de Médicos, quien sigue en la capital. Pero ninguna de las partes le ha otorgado garantías al grupo para facilitar la movilización de trabajadores de salud y ambulancias.
Los desesperados residentes de la capital se han ido quedando sin comida y otros suministros mientras se resguardan dentro de sus viviendas de los enfrentamientos. Los hospitales han resultado dañados y se han visto obligados a cerrar o han quedado desbordados por la cantidad de heridos, mientras que el personal aqueja agotamiento y los suministros médicos escasean. Los combatientes armados han recurrido cada vez con mayor frecuencia al saqueo de tiendas y a robar a toda persona que se atreve a salir.
Casi 300 personas han muerto en los últimos cinco días, señaló la OMS, pero es probable que el saldo sea mucho mayor debido a que aún hay cuerpos tendidos en las calles.
En las tensas horas posteriores al cese del fuego del miércoles, Abdalla al-Tayeb se sumó a otros residentes que recogían cadáveres cerca del cuartel principal del ejército, escenario de intensos combates. “Todos están prácticamente podridos, despidiendo un mal olor que llega hasta nuestras casas”, comentó. “La escena era horrenda”.
Después de que la tregua del martes por la noche fracasara, cientos de personas dejaron de lado la idea de esperar a que la situación se tranquilizara y huyeron de sus casas a lo largo del día, incluso mientras las explosiones y disparos estremecían Jartum y la ciudad vecina de Omdurmán. Los habitantes de varios vecindarios dijeron a The Associated Press que vieron a hombres, mujeres y niños cargando maletas, algunos de ellos a pie, y otros en vehículos hacinados.
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La noche del miércoles, el ejército y sus rivales, las Fuerzas de Apoyo Rápido, anunciaron por separado el inicio de un nuevo cese del fuego de 24 horas.
___ Magdy informó desde El Cairo; Jon Gambrell en Dubái, y Lorne Cook en Bruselas contribuyeron a este despacho.