NUEVA YORK (AP) — La policía de la ciudad de Nueva York pone bajo custodia a cientos de personas todos los días. Se tiene previsto que el expresidente Donald Trump se sume a esa lista a principios de la próxima semana.
Trump fue indiciado por un jurado investigador de Manhattan, informaron el jueves fiscales y abogados defensores, después de completarse una investigación sobre los pagos realizados durante su campaña presidencial de 2016 para acallar acusaciones de un encuentro sexual extramatrimonial. La acusación formal como tal permanece bajo precinto por el momento, en lo que sería el primer caso penal contra un expresidente de Estados Unidos en la historia.
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Trump calificó el proceso como una “persecución política” de parte de un fiscal demócrata en contra de “una persona completamente inocente”, pero se tiene previsto que se entregue a las autoridades la próxima semana, de acuerdo con una persona al tanto del asunto pero no autorizada a hablar del tema públicamente. La fuente señaló que aún se trabaja en los detalles de su entrega.
La fiscalía de distrito de Manhattan informó que se puso en contacto con el abogado de Trump para coordinar su entrega y lectura de cargos.
Para cualquier acusado en Nueva York, ya sea pobre o rico, responder a cargos penales significa que se le tomen sus huellas dactilares y se le fotografíe, que responda a preguntas básicas como su nombre y su fecha de nacimiento y que se le lean los cargos. Sobra decir que por lo general un acusado pasa, al menos, varias horas detenido.
Puede haber diferencias en cuanto a dónde ocurren los distintos pasos, qué tanto tiempo toman, si se utilizan esposas y otros detalles. Mucho depende de la gravedad del caso y de si los acusados programan su entrega.
Pero no existe un manual para fichar a un expresidente que cuenta con protección del Servicio Secreto. Los agentes tienen la misión de proteger a expresidentes, a menos y hasta que ellos digan que ya no los necesitan. Trump ha mantenido a su escolta de seguridad, por lo que los agentes tienen que estar a su lado en todo momento.
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“Esto será algo extraordinario”, dijo Jeremy Saland, un abogado defensor y exfiscal de Manhattan.
Si Trump se entrega tal como se tiene previsto, se puede esperar un proceso cuidadosamente coreografiado y relativamente rápido, así como una liberación sin necesidad de fianza (lo cual es frecuente en Nueva York), con un énfasis en la seguridad. Es poco probable que un expresidente sea llevado esposado por la acera o que camine en medio de una multitud hacia el tribunal, pronostica Saland.
“Es un foro público, pero la seguridad también es primordial”, resalta.
Si los acusados son notificados de una acusación formal o un arresto inminente, a menudo organizan su entrega. Hacerlo puede facilitar el proceso y reforzar su argumento de derecho a fianza al demostrar que no están evadiendo el caso.
Por ejemplo, cuando el ex director financiero de la compañía de Trump, Allen Weisselberg, fue encausado en Manhattan por cargos de fraude fiscal en 2021, pudo entregarse en una puerta lateral del tribunal antes del inicio de la jornada laboral habitual.
El objetivo era “reducir la posibilidad de que la entrega se convirtiera en un circo mediático”, escribieron sus abogados en un documento ante la corte.
Weisselberg llegó alrededor de las 6:15 de la mañana y fue llevado hacia lo que sus abogados describen como una “habitación de retención” para su fichaje, una entrevista sobre su posible liberación y otros procedimientos. Para matar el tiempo, llevó un libro — “Chicken Soup for the Baseball Fan’s Soul” — y sus abogados le dieron bocadillos, un cubrebocas, pastillas de menta y otros artículos, según el documento.
Weisselberg fue instruido de cargos y dejado en libertad unas ocho horas después, luego de ser escoltado hacia un tribunal en medio de una multitud de cámaras. Weisselberg eventualmente se declaró culpable de evadir impuestos sobre prestaciones laborales, incluyendo un apartamento libre de alquiler y el pago de matrículas escolares para sus nietos.
Por otro lado, el magnate cinematográfico caído en desgracia Harvey Weinstein se entregó en un cuartel de la policía de Manhattan en 2018 para enfrentar cargos de violación y actos sexuales criminales. Estuvo brevemente en una celda de la estación, hojeando una biografía del afamado cineasta Elia Kazan, antes de ser sacado esposado y trasladado a la corte bajo la mirada de los periodistas agrupados en la acera, y frente a otros sospechosos que se encontraban en la zona de fichaje del tribunal, donde algunos de ellos le gritaron: “¡Hola, Harvey!”
Unas tres horas después de su entrega, Weinstein fue instruido de cargos y liberado con un dispositivo de rastreo electrónico tras el pago de una fianza de 1 millón de dólares. Weinstein eventualmente fue declarado culpable; y su apelación se encuentra ahora en manos del máximo tribunal del estado. También fue condenado de cargos similares en Los Ángeles.
Pero un arresto programado sigue siendo un arresto. Los acusados deben entregar sus celulares y cualquier otro artículo personal para su resguardo (y, en ciertos casos, como evidencia potencial), y por lo general los abogados no tienen permitido acompañar a sus clientes durante todo el proceso. Los abogados suelen aconsejar al acusado que no lleve muchas cosas y permanezca callado.
“No hagas ninguna declaración. Porque tú crees que estás ayudando a tu causa, pero ellos pueden usar esa declaración en tu contra, porque te dejas llevar por el momento, te pones nervioso”, dijo Gianni Karmily, abogada defensora con práctica en la ciudad de Nueva York y Long Island.
Muchos de los arrestos en la ciudad de Nueva York no se planean previamente. Esa puede ser una experiencia completamente distinta para un acusado, incluso uno famoso.
Cuando una mucama de hotel acusó al entonces director del Fondo Monetario Internacional y posible aspirante a la presidencia de Francia Dominique Strauss-Kahn de agredirla sexualmente en 2011, el acusado fue sacado de un avión en el Aeropuerto Kennedy.
Strauss-Kahn, quien dijo que su encuentro con la mujer fue consensual, pasó unas 36 horas siendo interrogado, arrestado, examinado y a la espera en un celda de detención de la prisión antes de ser instruido de cargos y encarcelado sin derecho a fianza. Luego de varios días en una celda de la famosa Isla Rikers de la ciudad, a Strauss-Kahn se le permitió pagar una fianza de 1 millón de dólares y permanecer bajo arresto domiciliario vigilado por guardias armados.
Los fiscales de Manhattan eventualmente desestimaron el caso penal contra Strauss-Kahn, quien posteriormente llegó a un acuerdo extrajudicial en la demanda civil que presentó la parte acusadora.
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Los periodistas de Associated Press Michael R. Sisak, en Nueva York, y Colleen Long, en Washington, contribuyeron a este despacho.