KIEV (AP) — El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, realizó el martes una visita sorpresa a Kiev, enfrascándose en un duelo diplomático con su rival asiático: el presidente de China, Xi Jinping, quien se reunió en Moscú con el mandatario ruso Vladímir Putin para promover la propuesta de paz de Beijing para Ucrania, misma que las naciones de Occidente han descartado por completo.
Las dos visitas, a unos 800 kilómetros (500 millas) de distancia, resaltan la manera en que los países se están alineando con Moscú o Kiev tras casi 13 meses de conflicto. Kishida, quien presidirá la cumbre del G7 en mayo, se convirtió en el miembro más reciente del grupo en visitar Ucrania y reunirse con el mandatario Volodymyr Zelenskyy, después de rendir tributo a las personas que murieron en Bucha, una localidad que se convirtió en símbolo de las atrocidades rusas contra civiles.
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Xi y Putin anunciaron que no ha habido grandes avances rumbo a la implementación del acuerdo de paz chino, aunque el mandatario ruso señaló que podría ser la base para poner fin al conflicto cuando Occidente esté listo. Añadió que los aliados occidentales de Kiev no han mostrado interés.
Funcionarios del gobierno de Estados Unidos han dicho que cualquier plan de paz que resulte del encuentro entre Putin y Xi sería inaceptable porque un cese del fuego únicamente ratificaría las conquistas territoriales de Moscú y le daría tiempo a Rusia para planear una nueva ofensiva.
“Parece que Occidente en verdad pretende pelear con Rusia hasta el último ucraniano”, dijo Putin, quien añadió que la amenaza más reciente es un plan de Gran Bretaña de proporcionar a Ucrania municiones de tanque con uranio empobrecido.
“Si eso sucede, Rusia responderá como corresponde, considerando que todo Occidente está empezando a usar armas con un componente nuclear”, añadió, sin entrar en detalles. Putin ha amenazado ocasionalmente con que Rusia utilizaría todos sus medios disponibles para defenderse, incluida la posibilidad de armas nucleares, pero también se ha retractado en algunas ocasiones de dichas amenazas.
El comentario de Putin fue en referencia a las declaraciones del lunes por parte de la viceministra de Defensa de Reino Unido Annabel Goldie, quien escribió: “Además de proporcionar un escuadrón de tanques de batalla Challenger 2 a Ucrania, también proporcionaremos municiones, incluyendo cartuchos de perforación de blindaje que contienen uranio empobrecido. Estos cartuchos son sumamente efectivos para frenar los tanques y vehículos blindados modernos”.
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El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo que el plan demuestra que los británicos “han perdido los tornillos”, mientras que el ministro de Defensa Serguéi Shoigu añadió que “representaba otro paso, y no quedan muchos”.
Pero Hamish de Bretton-Gordon, excomandante del Regimiento Real de Tanques de Gran Bretaña y experto en armas, dijo que Putin fue “imprudente” al “tratar de insinuar que Gran Bretaña estaba proporcionando material nuclear” a Ucrania. Dijo que el uranio empobrecido es un componente común de las municiones de tanques, y que incluso posiblemente es utilizado por Rusia.
“Que Putin insinúe que se trata de algún tipo de arma nuclear es algo disparatado”, dijo a The Associated Press. “El uranio empobrecido es completamente inerte. No hay forma de que puedas crear una reacción nuclear o una explosión nuclear con uranio empobrecido”.
Beijing insiste en que es un mediador neutral sobre Ucrania y, después de su conversación con Putin, Xi señaló: “Nos apegamos a una posición objetiva y de principios en la crisis ucraniana sustentada en los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”. El plan de China busca “alentar activamente la paz y la reanudación de las negociaciones”, añadió.
En un comunicado conjunto, Rusia y China enfatizaron la necesidad de “respetar las preocupaciones legítimas de seguridad de todos los países” para resolver el conflicto, ratificando el argumento de Moscú de que envió a sus soldados para evitar que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN convirtieran a Ucrania en un bastión antirruso.
“Rusia aprecia la disposición de China para tener un papel positivo en la solución política y diplomática de la crisis ucraniana” y las “ideas constructivas” que se incluyen en el plan de paz de Beijing, según el comunicado. “Las partes subrayan que un diálogo responsable ofrece el mejor camino para un acuerdo duradero... y la comunidad internacional debería estar a favor de los esfuerzos constructivos en este sentido”.
Después de reunirse con Kishida, Zelenskyy dijo a los reporteros que su equipo había enviado su propia propuesta a China pero que no ha obtenido respuesta, añadiendo que hubo “algunos indicios, pero nada concreto sobre la posibilidad de un diálogo”.
Kishida se refirió a la invasión rusa como una “desgracia que socava las bases del orden legal internacional” y se comprometió a “mantener el apoyo a Ucrania hasta que regrese la paz a las hermosas tierras ucranianas”.
Horas antes de que Xi y Putin se reunieran para una cena de Estado en el Kremlin, Kishida colocó flores en una iglesia de Bucha en honor a las víctimas de la localidad.
“Luego de esta visita a Bucha, siento un fuerte resentimiento contra la crueldad”, declaró. “Me gustaría representar al pueblo de Japón y expresar mis más profundas condolencias a todos aquellos que perdieron seres queridos, que resultaron heridos en este cruel acto”.
El embajador de Estados Unidos en Japón, Rahm Emanuel, destacó las “dos sumamente distintas alianzas Europa-Pacífico” que se desarrollaron el martes.
“Kishida defiende la libertad y Xi defiende a un criminal de guerra”, tuiteó Emanuel, refiriéndose a la decisión del viernes de la Corte Penal Internacional de emitir una orden de arresto contra Putin, para llevarlo a juicio por el secuestro de miles de niños de Ucrania.
Los aliados de Kiev prometieron más apoyo. Washington está acelerando su envío de tanques Abrams a Ucrania, enviando una versión más vieja y reacondicionada que puede estar disponible más pronto, anunció el Pentágono. El objetivo es tener los vehículos de 70 toneladas en el terreno para el otoño boreal.
El frente de Rusia y China contra Occidente fue uno de los temas más importantes de la visita de Xi. El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Ryabkov acusó a la OTAN de intentar convertirse en la fuerza militar más dominante del mundo. “Es por eso que estamos expandiendo nuestra cooperación con China, incluyendo el espectro de seguridad”, destacó.
Putin está ansioso por demostrar que tiene a un poderoso aliado y un enorme mercado para los productos energéticos rusos en medio de las sanciones de Occidente. Él y Xi firmaron acuerdos en materia de cooperación económica, destacando que el comercio entre ambas naciones creció un 30% el año pasado a 185.000 millones de dólares y se tiene previsto que rebase los 200.000 millones para este año.
Rusia está “lista para cubrir la creciente demanda de la economía china de recursos energéticos” impulsando el envío de petróleo y gas, subrayó, mientras enumeraba otras áreas de cooperación como la industria aeronáutica y naviera, así como otros sectores de alta tecnología.
La pregunta es si China proporcionará apoyo militar. Funcionarios de Occidente “han visto algunos indicios” de que Putin también quiere armas letales de Beijing, aunque no existe evidencia de que se haya satisfecho su solicitud, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Bruselas.
Se tienen planeados mas contactos. Xi dijo que invitó a Putin a visitar China este año para discutir una iniciativa regional que busca extender la influencia de Beijing a través de la cooperación económica.
Moscú y Beijing han tenido que lidiar con la condena internacional por sus antecedentes en materia de derechos humanos. El gobierno chino enfrenta acusaciones de atrocidades contra los musulmanes uigures en la región occidental de Xinjiang. Las acusaciones incluyen genocidio, esterilización forzada y arrestos en masa de casi un millón de uigures. Beijing ha negado los señalamientos. Rusia ha sido acusada de crímenes de guerra en Ucrania, cargos que rechaza.
Kishida llegó a Kiev en tren desde Polonia apenas horas después de reunirse con el primer ministro de la India, Narendra Modi, en Nueva Delhi, y una semana después de una importante cumbre con el mandatario surcoreano Yoon Suk Yoel.
Tanto China como Japón han gozado de éxitos diplomáticos recientes que han incentivado su política exterior.
Japón, que se encuentra en disputas territoriales por unas islas tanto con China como con Rusia, se encuentra particularmente preocupado por la relación entre Beijing y Moscú. Ambas naciones han realizado maniobras militares conjuntas cerca de las aguas japonesas.
La incursión diplomática de Beijing se produce después de éxitos recientes en la negociación de un acuerdo entre Irán y su principal rival de Medio Oriente, Arabia Saudí, para restaurar relaciones luego de años de tensiones. Ello puso al descubierto la influencia de China en una región en donde Washington había sido el principal actor extranjero durante muchos años.
Kishida se convirtió en el primer gobernante japonés de la posguerra en ingresar en una zona de guerra.
Debido a sus principios pacifistas, Japón ha limitado su apoyo a Ucrania a equipo no letal y suministros humanitarios. Ha contribuido con más de 7.000 millones de dólares para Ucrania y ha aceptado a más de 2.000 ucranianos desplazados, a pesar de su estricta política migratoria.
Tokio se sumó a Estados Unidos y a naciones europeas al sancionar a Rusia por la invasión. En contraste, China se ha negado a condenar la agresión de Moscú y criticó las sanciones occidentales contra Rusia, mientras acusaba a la OTAN y a Washington de provocar la acción militar por parte de Putin.
Japón teme posibles repercusiones de la guerra en el este de Asia, en donde las fuerzas militares chinas se han vuelto cada vez más asertivas y han escalado las tensiones en torno a Taiwán, que Beijing reclama como parte de su territorio.
“Esperamos que Japón pueda hacer más por aliviar la situación y no lo contrario”, dijo el portavoz del Ministerio del Exterior de China, Wang Wenbin.
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Los periodistas de Associated Press Mari Yamaguchi, en Tokio; Lolita C. Baldor, en Washington; y Jill Lawless, en Londres, contribuyeron a este despacho.