El Gobierno de Siria expresó este domingo su condena por la visita “ilegal” del máximo comandante militar de Estados Unidos, Mark Milley, a una base ubicada en el noreste de ese país.
“Siria condena enérgicamente la visita del Jefe del Estado Mayor de Estados Unidos (...) y afirma que es una violación flagrante de su soberanía, santidad e integridad territorial”, apuntó el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio en un comunicado.
Damasco ha señalado que, supuestamente, la visita era para evaluar la eficacia de la guerra contra el Estado Islámico, pero argumentó que “como la comunidad internacional sabe bien, el Estado Islámico es una filial de los servicios secretos estadounidense”.
Esta fuente ha recordado, además, que en los últimos días han muerto más de 60 civiles en acciones del grupo yihadista “a plena vista de las fuerzas estadounidenses invasoras” presentes en el noreste de Siria.
Además, ha reprochó que los estadounidenses “están robando el petróleo y el trigo sirios”: “en los últimos nueve días han robado más de 150 camiones de petróleo sirio”.
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Al mismo tiempo, denunció el apoyo estadounidense a “milicias terroristas y separatistas”, en referencia a las milicias kurdo-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
Milley ha realizado su primera visita a Siria desde su nombramiento como máximo responsable militar de las Fuerzas Armadas estadounidenses y ha visitado a los 900 militares desplegados.
También, se ha interesado por el proceso de repatriación de los más de 60.000 familiares y milicianos del Estado Islámico, incluidos 25.000 menores de edad, retenidos en Al Hol.
“Mientras estuvo allí, recibió información actualizada sobre la misión contra ISIS, inspeccionó las medidas de protección de la fuerza y evaluó los esfuerzos de repatriación para el campamento de refugiados de Al-Hol”, dijo Dave Butler, portavoz de Milley.