BERLÍN (AP) — Miles de activistas por el clima, jóvenes y mayores, se congregaron el viernes en Berlín y en otras ciudades alemanas para exigir medidas gubernamentales más duras contra el calentamiento global, especialmente para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte.
El Partido Democrático Libre, una pequeña formación proempresarial que controla el Ministerio de Transporte alemán, se ha opuesto a la imposición del límite general a la velocidad, a la eliminación progresiva de los motores de combustión y a la inversión masiva en el transporte público.
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La negativa ha frustrado a los socios mayoritarios de la coalición de gobierno —el Partido Socialdemócrata del canciller, Olaf Scholz, y los ecologistas de Los Verdes—, así como a activistas que sostienen que Alemania está incumpliendo sus propios objetivos de emisiones.
Uno de los inconformes era el pastor protestante jubilado Reinhart Kraft, de 85 años, quien se manifestó en solitario ante la sede del Partido Democrático Libre en la capital alemana con un cartel que decía “Fin al boicot climático”. Kraft instó a Scholz a pronunciarse sobre el tema y elogió a los activistas más jóvenes que tenían previsto concentrarse en el distrito gubernamental de la capital el viernes más tarde.
“Necesitamos presión”, afirmó. “Y espero de todo corazón que la generación más joven no desista”. En términos similares se expresó la jubilada Algisa Peschel, que participó en una concentración cerca del Ministerio de Transporte junto con su marido. “Vivimos la guerra cuando éramos pequeños”, dijo. “Sabemos lo que significa la destrucción. Y esto incluye la destrucción de la naturaleza”.
Al preguntarle por las protestas del viernes, un portavoz de Scholz dijo que el gobierno alemán se toma “muy en serio” sus objetivos climáticos. “Todos los ministerios trabajan intensamente para conseguirlo”, declaró Wolfgang Buechner.
Las protestas en Alemania forman parte de una “huelga climática” global convocada por el grupo Fridays for Future, que se inspiró en las protestas de la activista sueca Greta Thunberg ante el parlamento de Estocolmo.
Darya Sotoodeh, una de las voceras del grupo, criticó al ministro de Transporte alemán por dar demasiada importancia a la industria automovilística del país, en detrimento de un transporte público asequible.