TEL AVIV, Israel (AP) — Los israelíes que protestan contra un polémico plan del gobierno para reformar el sistema judicial esperaban incrementar la presión el miércoles con grandes manifestaciones y cortes de carreteras en lo que los líderes de las movilizaciones calificaron como un “día nacional de paros”.
Las movilizaciones se producen mientras el ejecutivo sigue adelante con la medida. Un comité parlamentario continúa avanzando en un proyecto de ley que debilitaría la Corte Suprema. Además, está previsto que el parlamento celebre una votación preliminar acerca de una propuesta separada para proteger al primer ministro, Benjamin Netanyahu, de una posible destitución debido a las quejas de que no puede ocupar el cargo mientras está siendo juzgado por corrupción.
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Los manifestantes bloquearon la autovía principal entre Tel Aviv y Jerusalén Este a primera hora del miércoles, paralizando el tráfico durante la hora punta matinal durante alrededor de una hora. En las concurridas estaciones de tren de Tel Aviv, los inconformes impidieron las salidas bloqueando las puertas de los vagones, según medios israelíes.
Cuatro personas fueron arrestadas por alterar el orden público, indicó la policía.
En respuesta a las movilizaciones, el ministro de Seguridad Nacional, el ultranacionalista Itamar Ben-Gvir, pidió a la policía que impida los cortes de carreteras y calificó a los inconformes como “anarquistas”.
Las rivalidades van en aumento, empeorando una de las peores crisis internas en Israel. La reforma legal ha provocado un malestar sin precedentes, con semanas de protestas multitudinarias y críticas de expertos legales, líderes empresariales y responsables de seguridad, además de la preocupación de los aliados internacionales.
El enfrentamiento coincide con una nueva ronda de violencia letal entre israelíes y palestinos y se produce en un momento en que el gobierno de Netanyahu, en más a la derecha en la historia del país, empieza a mostrar divisiones apenas dos meses después de asumir el poder.
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Ninguna de las partes parece ceder. El ejecutivo ha rechazado los pedidos para congelar la reforma y dar una oportunidad al diálogo, mientras los organizadores de las movilizaciones prometieron intensificar su lucha hasta que se deseche la medida.
Según el gobierno, los cambios buscan corregir un desequilibrio que ha dado a los tribunales demasiado poder y les permite inmiscuirse en el proceso legislativo. La revisión racionalizará la gobernanza, añadió afirmando que las elecciones del año pasado, que llevaron a Netanyahu de vuelta al poder con una escasa mayoría, le da el mandato para llevar a cabo los cambios.
Los críticos sostienen que la reforma cambiará el sistema de garantías y equilibrios, otorgando al primer ministro y a su gobierno un poder ilimitado y empujando el país hacia el autoritarismo.