Un estudio realizado por la Oficina de Epidemiología del Departamento de Salud (DS), que analiza la mortalidad en Puerto Rico entre 2015 y 2022, confirmó en sus conclusiones un exceso de mortalidad durante el pasado año. El análisis fue presentado hoy por Melissa Marzán, principal oficial epidemióloga de esa agencia.
Según explicó Marzán, el estudio titulado “Perfil Epidemiológico de la Mortalidad en Puerto Rico” fue dividido por sexo, edad, municipio y región de salud e incluye una evaluación de la cantidad adicional de muertes ocurridas en 2022 y constituye una de las herramientas más importantes para evaluar la salud de la población.
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Sin embargo, la epidemióloga aclaró que el estudio no pretende establecer posibles causas de este incremento en las muertes.
“Este estudio no pretende establecer relaciones causales, así que no podemos establecer correlación nada de lo que está en el informe. Esto es un estudio más bien para mirar tendencias a nivel poblacional”, explicó la epidemióloga.
“Así que, consistentemente, vemos que las muertes el año pasado, ya sea para la tasa general por sexo o por grupo, fueron mayores en comparación con el resto del periodo”, añadió Marzán, quien develó los resultados en compañía de Eric Suarez, estadístico y catedrático jubilado de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico, Iris Cardona, principal oficial médico del DS y Taina de la Torre, epidemióloga analista de datos.
A pesar de que el informe no busca adjudicar causas, si identifica varios factores que pudieron haber contribuido al aumento de muertes durante 2022 como el virus SARS-CoV-2, que para 2022 se mantuvo por nueve meses en un alto nivel de transmisión comunitaria, y la ocurrencia de un evento climático extremo como el huracán Fiona, entre otros.
Asimismo, el informe apunta a que las muertes reportadas durante 2022 podrían incluir muertes que realmente ocurrieron debido al Covid-19 y que no fueron correctamente diagnosticadas y notificadas, así como las muertes por otras causas que pueden atribuirse a la situación de crisis general que trajo la pandemia, como los retrasos significativos en la atención médica y los retrasos en las pruebas de cernimiento para condiciones crónicas.
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Del mismo modo, las estadísticas de mortalidad presentadas en el informe reflejan que siete de las primeras diez causas de muerte durante 2022 se atribuyeron a las enfermedades crónicas no transmisibles como las enfermedades del corazón, el cáncer, la diabetes, el Alzheimer, enfermedades cerebrovasculares, enfermedades crónicas de las vías respiratorias y nefritis.
Hallazgos reveladores
Uno de los hallazgos destacados por Marzán fue que, dentro del periodo investigado, tanto 2017 como 2022 reflejan la mayor tasa de mortalidad. Para 2017 la tasa de mortalidad estandarizada fue de 6.8 muertes por cada 1,000 habitantes mientras que para 2022 se registraron ocho defunciones por cada 1,000 habitantes, en comparación con los demás años, que, más o menos, se comportaron entre los 6.2 a 6.4 muertes por cada 1,000 habitantes. En el 2017 fue el año de los huracanes Irma y María, mientras que el 2022 fue el año del huracán Fiona.
“La diferencia fue casi siete muertes por cada 1,000 en 2017 y casi 18 por cada 1,000 en 2022. Esto implica que cuando comparamos 2022 con 2015, el exceso fue de 24 por ciento mayor. Sin duda alguna, vemos bien marcadamente cómo 2022 fue el ano con mayor tasa de mortalidad y también con el exceso de mortalidad”, explicó la epidemióloga mientras señaló que también se puede ver marcadamente que en los grupos de 65 años o más es donde comienza a verse ese exceso de mortalidad, con mayor visibilidad entre los grupos de 75 a 84 años de edad.
Otro dato relevante del estudio es que el año pasado se observaron 34,894 defunciones, pero, según el modelo, se había estimado que para ese periodo se hubieran esperado solo 28,202 muertes.
Asimismo, se registró un 19 por ciento en el exceso de mortalidad para los grupos de 65 a 74 años, un 39 por ciento entre 75 a 84 años y un 59 por ciento para los de 85 años o más durante 2022.
“También pudimos notar que cuando vemos exceso de mortalidad por sexo y grupo de edad, vemos que para los hombres hubo un exceso relativo de muertes en el grupo de 20 a 44 años de un 7 por ciento y en los de 65 o más tuvimos 13 por ciento para hombres y 19 por ciento para mujeres”, dijo.
“El método que utilizamos para este informe es la misma metodología que se utilizó para analizar el exceso de mortalidad durante el huracán María, el doctor Suárez es uno de los autores de ese informe así que estamos replicando esa metodología a este estudio”, señaló.
También, el estudio revelo que la región geográfica con más alta tasa de mortalidad con 14 muertes por cada 1,000 habitantes fue la zona metropolitana, seguida por la región de Fajardo, con 11 muertes por cada 1,000 habitantes.
Marzán explicó que generalmente este tipo de estudios ayudan a echar un vistazo a las tendencias a nivel poblacional, pero también permite a los científicos evaluar en cuáles áreas de la salud se debe enfocar los próximos estudios.