GOMA, República Democrática del Congo (AP) — Dos expertos designados por la Organización Mundial de la Salud para investigar denuncias de que empleados de la entidad abusaron sexualmente de mujeres durante el brote de ébola en la República Democrática del Congo calificaron el lunes de “absurdas” las excusas de la organización sobre su manejo de la situación y se declararon insatisfechos porque ningún funcionario prominente ha sido despedido.
Casi cuatro años después, algunas de las mujeres victimizadas dicen que todavía están esperando a que la OMS despida a los responsables o les brinde a ellas algún tipo de compensación monetaria.
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En octubre de 2020, Aichatou Mindaoudou y Julienne Lusenge fueron designados por el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus como titulares de un panel para investigar denuncias de que empleados de la OMS abusaron sexualmente de mujeres en el Congo durante el brote de ébola entre 2018 y 2020.
La investigación arrojó que por lo menos 83 empleados, de la OMS y de otras agencias, perpetraron violaciones, abortos forzados y el asalto sexual de una menor de 13 años, en el mayor escándalo de abuso sexual en la historia de la organización mundial.
El panel halló también que tres gerentes de la OMS manejaron mal un caso de abuso sexual reportado inicialmente por The Associated Press, en el que un médico de la ONU firmó un contrato para comprar tierra para una mujer a la que supuestamente embarazó.
Un reporte confidencial de la ONU entregado a la OMS el mes pasado determinó que el manejo de ese caso no violó las normas de la organización contra la explotación sexual, ya que la mujer no podía ser considerada beneficiaria de la OMS porque nunca recibió ayuda humanitaria.
“La estrategia restrictiva favorecida por la OMS es una absurdidad”, dijeron en un comunicado Mindaoudou y Lusenge, añadiendo que cualquier ambigüedad o brecha en tales políticas deben inclinarse a favor de la víctima para asegurarse de que haya rendición de cuentas.
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Anifa, una mujer congoleña que trabajó en una clínica de ébola en el noreste del Congo, dijo que le ofrecieron un empleo con el doble del sueldo si tenía relaciones sexuales con un médico de la OMS. La mujer sostiene que sigue traumatizada por la experiencia.
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Maria Cheng reportó desde Londres. Krista Larson contribuyó desde Dakar, Senegal.