Un caso en el estado brasileño de Mato Grosso revolucionó en los medios luego de que dos hombres armados mataran a siete personas en un bar del municipio de Sinop, tras haber sido provocados por las burlas que sufrieron luego de perder una apuesta.
Los asesinos habrían perdido una importante cantidad de dinero que habían apostado en una partida de billar, por lo que la gente del local los habría vuelto blanco de bromas y burlas. Frustrados por la situación, los criminales se armaron con una pistola y una escopeta y dispararon a sangre fría sobre todos los presentes.
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Según las autoridades, varios testigos afirmaron que los responsables del crimen perdieron una importante cantidad de dinero que habían apostado tras unos cuantos juegos. Luego de que los ganadores se burlaran de ellos, los dos individuos salieron del local y segundos después regresaron armados, uno con una pistola calibre 38 y el otro con una escopeta calibre 12, disparando contra las personas que se encontraban allí, entre ellas una niña de 12 años.
Los hechos quedaron registrados en una cámara de seguridad
El sujeto de la pistola colocó a todos los presentes contra una pared y junto a su compañero dispararon a sangre fría. Dos intentaron escapar, pero también fueron alcanzados por las balas. Posteriormente, uno de los atacantes tomó el dinero que había sobre una de las mesas de billar, además de otros objetos, y huyó con su compañero en una camioneta blanca.
Los medios también informaron que una cámara de seguridad del lugar logro registrar los siniestros hechos, que cobraron las vidas de seis personas en el lugar, más una séptima que falleció camino al hospital a tratar sus heridas.
En la noche del pasado miércoles, la Policía Civil de Mato Grosso informó que uno de los sospechosos terminó asesinado en un enfrentamiento con miembros del Batallón de Operaciones Especiales. El individuo, identificado como Ezequías Souza Ribeiro, de 27 años, fue trasladado a una institución médica por sus heridas, pero no sobrevivió.
Por su parte, el otro involucrado, Edgar Ricardo de Oliveira, de 30 años, permanece fugitivo. El vehículo en el que viajaban ambos hombres fue ubicado en una colonia de Sinop. En su interior se encontró la escopeta utilizada en los homicidios, así como 12 cartuchos de municiones y cargadores.