MÚNICH (AP) — La primera ministra de Estonia insistió el domingo en que una vez que termine la guerra en Ucrania, Rusia debe ser llevada ante la justicia por crímenes de guerra y por la decisión de invadir a su vecino, si quiere tener alguna posibilidad de desarrollar una relación normal con Occidente.
Kaja Kallas, cuyo pequeño país báltico es el mayor contribuyente per cápita de ayuda militar a Ucrania, dijo a The Associated Press que el conflicto no puede terminar con un acuerdo de paz que divida al país y no haga que Moscú rinda cuentas.
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“No creo que pueda haber relaciones como de costumbre con un estado paria que en realidad no ha renunciado a los objetivos imperialistas”, declaró la funcionaria al margen de una importante conferencia de seguridad en Múnich. “Si no aprendemos esta lección y no enjuiciamos los crímenes de agresión, simplemente continuarán los crímenes de guerra”.
Un día antes en la misma conferencia, la vicepresidenta Kamala Harris dijo que Estados Unidos ha determinado que Rusia ha cometido crímenes de lesa humanidad en Ucrania y que debe rendir cuentas. “Se debe hacer justicia”, agregó Harris.
En respuesta, el embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, opinó que el anuncio estadounidense era “un intento de satanizar a Rusia”.
Kallas señaló que, si bien los crímenes nazis fueron procesados en los juicios de Nuremberg después de la Segunda Guerra Mundial, no se estableció ningún tribunal después de la Guerra Fría para procesar los crímenes de la Unión Soviética, incluidas las deportaciones masivas de estonios, letones y lituanos durante las cinco décadas de ocupación soviética.
Esta vez, Moscú tiene que pagar las consecuencias. “Tiene que haber rendición de cuentas (antes) de que podamos hablar sobre nuestras relaciones con Rusia”, aseguró.
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Kallas, de 45 años, lidera el Partido Reformista de centroderecha de Estonia, es primera ministra desde 2021 y no todos apoyan su postura sobre Ucrania.
Ha sido mencionada como posible candidata para reemplazar a Jens Stoltenberg cuando él deje el cargo de secretario general de la OTAN en otoño. Aunque ella dice que es algo “muy improbable”, señaló que a los países bálticos no se les ha dado ningún puesto de alto liderazgo en la alianza militar desde que se unieron en 2005.