El pasado año, el Pentágono emitió su último informe donde puntualiza de qué se trata los cientos de objetos que logran detectar, aunque aún se mantiene el misterio sobre acontecimientos que siguen sin ser claros.
La primera conclusión del informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos es que cada vez hay más objetos voladores no identificados en los cielos estadounidenses.
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De ellos, “más de la mitad presentaban características poco destacables”, según el documento.
Son 195 casos que se han caracterizado sobre todo como globos (163), drones (26) y otras perturbaciones como aves, fenómenos meteorológicos o residuos aéreos como bolsas de plástico (6).
Quedan, sin embargo, 171 avistamientos cuya explicación está sin atribuir.
En el caso de estos últimos, parecen haber mostrado características de vuelo o capacidad de rendimiento inusuales y requieren un análisis más detallado.
La mayoría de los informes de avistamientos proceden de pilotos y operadores de la Armada y las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos.
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El informe aclara que este tipo de hallazgos despiertan la curiosidad sobre la implicación de gobiernos extranjeros más no de algún origen extraterrestre o alienígena.
“Siguen produciéndose incidentes en espacios aéreos restringidos o sensibles, lo que pone de manifiesto la posible preocupación por la seguridad de los vuelos o la actividad de recopilación de datos por parte de adversarios”, dice el informe
