El secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Hiram Torres Montalvo, anunció los nuevo precios mínimos para la compra del café que representan un aumento que se podría ver reflejado en el bolsillo de los consumidores.
“Durante los pasados meses hemos estado revisando el asunto de la estructura de precios del café, a tenor con el Reglamento Número 8578 para el Control de Precios del Café. Esa evaluación conllevó una serie de reuniones con caficultores, beneficiados del café (compradores cafés en uva) así como torrefactores y otros componentes de este importante sector de nuestra economía, la revisión de estudios detallados sobre esta industria puertorriqueña, incluyendo el del Comité Evaluador del Café, nuevos documentos y reportes especializados y un estudio de viabilidad de mercado, tanto a nivel local como internacional. Luego de este proceso, el cual tomó meses, hemos llegado a la conclusión de que se necesita un ajuste en la plataforma de precios mínimos del café”, dijo Torres Montalvo.
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La Orden Provisional Núm. 1, bajo el amparo del Reglamento 8578, la cual tendrá una duración de 12 meses, establece el precio mínimo al agricultor por café uva maduro de almud (22 almud es un quintal) a $18.00.
El café importado semi-tostado que se vende a través de la Administración para el Desarrollo de Empresas Agropecuarias se fijará a un precio de $375.00 que antes se encontraba en $322 por quintal de arábiga, esto representa un aumento de 16.5% y $256.00 por quintal de robusta que encontraba a $230, lo que representa un aumento de 11.3%.
Por otra parte, la Orden, que entra en vigor inmediatamente, coloca el precio beneficiadores por Pergamino primera-base pilado en $488.00, el Collor segunda-base pilado en $347.00 y el Robusta Collor-base pilado en $294.00.
Mientras que el beneficiado seco Pilado primera en $500.00, de segunda en $359.00 y de Robusta pilado en $306.00.
“Es meritorio mencionar que la escala de precio mínimo por almud de café uva madura se ha mantenido igual desde el 2015, hace ocho años atrás. Esa estructura no se ajustó al impacto de los huracanes Irma y Maria en septiembre de 2017. Esta orden es de carácter provisional, no permanente. En el DACO vamos a estar monitoreando constantemente el mercado para evaluar, mes a mes, su comportamiento en caso de que se necesite un ajuste”, expresó el titular.
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“Nuestro norte con esta acción, es la protección del consumidor, pues el rápido declive de la cosecha del café de Puerto Rico llevaría a un colapso del por ciento del mercado del producto local, lo que a su vez resultaría en aumentos sostenidos, en algunos casos, vertiginosos y amplios”, añadió el Secretario del DACO.
De acuerdo a data disponible, en estos momentos el café puertorriqueño representa 19.4 por ciento del total del café que se vende; el resto es importado.
El mercado del café en la Isla es singular en América Latina, debido a los controles que tiene el mismo, similar a los empleados en la industria de la leche, los cuales tiene el propósito de garantizar la supervivencia de la caficultura ante las fuerzas del mercado.
Debido al paso del huracán Fiona se espera que la cosecha final de café para el 2022 sea de entre 28 y 33 mil quintales.
