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Casa Pueblo empieza el año instalando equipo de energía solar en residencia en Adjuntas

Para darle seguridad energética a una adjunteña que tiene condiciones de salud crónicas y requiere oxígeno las 24 horas del día.

Casa Pueblo

Casa Pueblo comenzó el 2023 instalando energía solar en una residencia del barrio Guilarte para darle seguridad energética a una adjunteña que tiene condiciones de salud crónicas y requiere oxígeno las 24 horas del día.

Este “cucubano”, como se le conoce a las casas solares, es el primer proyecto del año en una cargada agenda que incluye la culminación de la microrred Adjuntas Pueblo Solar y la conversión solar de más viviendas para una comunidad solar, comercios e infraestructura crítica.

Como regalo del Día de Reyes, se instaló un equipo básico de energía solar en la residencia de Ivelisse Irizarry Montalvo, quien a sus 35 años de edad depende de una máquina de oxígeno para poder vivir.

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“Tengo que usar 24 horas oxígeno, soy diabética e hipertensa. Todo el tiempo tengo que usar el oxígeno porque, cuando camino, me baja mucho la oxigenación del cuerpo y casi no puedo respirar”, explicó la mujer, quien tiene dos máquinas -una de ellas portátil- de uso continuo y un tanque de oxígeno para emergencias.

Irizarry Montalvo también padece de las tiroides, es asmática, tiene obesidad mórbida y sufre fatiga crónica. Vive en una casa de madera y zinc junto a su esposo, José Antonio Meléndez Arroyo, y la hija de ambos, Esmeralda Libertad, de cuatro años.

Su calidad de vida estuvo en juego muchas veces debido a la inestabilidad del servicio eléctrico en el barrio Guilarte.

“El servicio de energía eléctrica es pésimo. A veces estamos tres o cuatro días sin luz, si llueve se va la luz y, aunque no llueva, si hace una brisita más o menos fuerte, también se va. Cuando el huracán María estuvimos más de un año sin luz y cuando el huracán Fiona como dos o tres meses”, relató el esposo.

Esos periodos extensos sin energía eléctrica provocaron que tuvieran que recurrir a familiares y amigos que les prestaran generadores para cargar los equipos médicos. Los gases de los generadores, además, agravaron la salud de Irizarry Montalvo.

El camino hacia la seguridad energética comenzó cuando Meléndez Arroyo conoció, casualmente, a licenciado Gilberto Monroig Jiménez, quien ha colaborado con Casa Pueblo en el proceso de energización solar de casas de personas con enfermedades crónicas.

Monroig Jiménez le presentó el caso a Casa Pueblo y recibió una respuesta afirmativa.

“Casa Pueblo nos aprobó el 100 por ciento del sistema de energía solar con el compromiso de que nosotros asumiéramos la coordinación para mejorar la infraestructura de la casa y proteger los equipos”, señaló.

Cuando el matrimonio se enteró, celebró en grande.

“Muy contentos, brincamos de la emoción, de verdad. Es un sentimiento que no podría explicar. Ver cómo en tan poco tiempo se realizó algo que para mi condición económica es imposible”, expresó Meléndez Arroyo.

Como parte del acuerdo con Casa Pueblo, Monroig Jiménez y un grupo de voluntarios construyeron un pequeño cuarto para guardar las baterías y el inversor. También se comprometieron a realizarle otras mejoras a la casa.

El pasado 5 de enero, Manuel Soto Cáez, de la empresa Solar de la Montaña, y su equipo de trabajo instalaron seis paneles fotovoltaicos, cuatro baterías que proveen una reserva de 12 kilos y un inversor de 3,000 watts.

“Esto nos ayuda en que, primordialmente, el oxígeno de mi esposa va a estar 24 horas conectado para tener una mejor calidad de vida, aparte de que si se va la luz ya no tengo que ir corriendo a buscar una planta eléctrica, que es un gasto más. A Casa Pueblo y todas esas personas que han donado su dinero y tiempo para ayudar a personas como nosotros, la familia Meléndez Irizarry les está bien agradecida”, manifestó Meléndez Arroyo.

Una vez instalado el sistema, Irizarry Montalvo compartió estar “feliz porque ya no me voy a sentir ahogada cuando se va la luz”.

Múltiples proyectos encaminados

Arturo Massol Deyá, director asociado de Casa Pueblo, informó que los trabajos para que Adjuntas alcance la independencia energética continúan con múltiples proyectos este año.

“En el 2023 continuamos la Marcha del Sol, con una agenda comprometida con Adjuntas y Puerto Rico. Haremos un colmado histórico solar urbano en febrero, 39 casas para una comunidad de bajos recursos 100% solar en marzo y el hogar de adultos mayores de Vegas Arriba en abril. ¡La Fiesta del Sol con Alex Honnold y la inauguración de la microrred de Adjuntas Pueblo Solar ya tiene fecha! Así que tenemos una agenda para continuar con la insurrección energética, de cara al 43 aniversario de Casa Pueblo, que es el Día del Planeta Tierra el 22 de abril”, indicó.

Para la creación de la comunidad solar se les unirán estudiantes de la Universidad de Notre Dame y de Amherst College en Massachusetts.

Además, en el primer trimestre del año estará lista la microrred Adjuntas Pueblo Solar, mediante la cual 14 negocios circundantes a la plaza pública operarán con energía solar y tendrán un megavatio de almacenaje proveniente de dos mega baterías únicas en su clase.

“En esta primera mitad del año vamos a estar cosechando muchos proyectos a los que se les ha puesto mucho amor y trabajo, eso nos llenan de mucha felicidad”, concluyó Massol Deyá.

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