El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó este jueves a las fuerzas armadas de Moscú poner un alto al fuego de 36 horas en Ucrania este fin de semana por la Navidad Ortodoxa, la primera medida de tregua radical de este tipo en casi 11 meses.
Putin no pareció condicionar su orden de alto el fuego a un acuerdo ucraniano para hacer lo mismo, y no está claro si las hostilidades realmente se detendrían en la línea del frente de 1.100 kilómetros (684 millas).
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Los funcionarios ucranianos han descartado previamente los movimientos de paz rusos por ganar tiempo para reagrupar sus fuerzas y prepararse para ataques adicionales.
En varios momentos durante la guerra, que comenzó el 24 de febrero, Putin ordenó treguas limitadas y locales para permitir la evacuación de civiles u otros fines humanitarios. La orden de hoy fue la primera vez que Putin ordenó a sus tropas observar un alto el fuego en toda Ucrania.
“Basándonos en el hecho de que un gran número de ciudadanos que profesan la ortodoxia viven en las áreas de combate, hacemos un llamado a la parte ucraniana para que declare un alto el fuego y les dé la oportunidad de asistir a los servicios en Nochebuena, así como en el Día de la Independencia de la Natividad de Cristo”, según orden de Putin.
Putin actuó por sugerencia del jefe de la Iglesia Ortodoxa rusa, el patriarca Kirill, quien propuso una tregua desde el mediodía del viernes hasta la medianoche del sábado, hora local. La iglesia, que utiliza el antiguo calendario juliano, celebra la Navidad el 7 de enero, más tarde que el calendario gregoriano.
El asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, desestimó el llamado de Kirill como “una trampa cínica y un elemento de propaganda”. El presidente Volodymyr Zelenskyy había propuesto una retirada de las tropas rusas antes del 25 de diciembre, pero Rusia lo rechazó.
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Kirill ha justificado previamente la guerra como parte de la “lucha metafísica” de Rusia para evitar una invasión ideológica liberal de Occidente.
A la posibilidad de un alto el fuego se sumaron los esfuerzos diplomáticos. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, instó a Putin a implementar un “alto el fuego unilateral”, según un comunicado de la oficina del presidente turco.
La disposición declarada de Rusia vino con las condiciones previas habituales: que “las autoridades de Kyiv cumplan con las demandas bien conocidas y reiteradas y reconozcan las nuevas realidades territoriales”, dijo el Kremlin, refiriéndose a la insistencia de Moscú en que Ucrania reconozca a Crimea como parte de Rusia y reconozca otros territorios ilegales.
Los intentos anteriores de conversaciones de paz han fracasado en ese obstáculo, ya que Ucrania exige que Rusia se retire de las áreas ocupadas como mínimo.
En otra parte, el jefe de la OTAN dijo que no detectó ningún cambio en la postura de Moscú sobre Ucrania, e insistió en que el Kremlin “quiere una Europa en la que pueda controlar a un país vecino”.
“No tenemos indicios de que el presidente Putin haya cambiado sus planes, sus objetivos para Ucrania”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Oslo.
Los aliados occidentales de Ucrania han renovado su promesa de seguir apoyando a Kyiv todo el tiempo que sea necesario para derrotar a Rusia.
En la última promesa de ayuda militar, el Ministerio de Defensa francés dijo que planea conversaciones pronto con su homólogo ucraniano sobre la entrega de vehículos blindados de combate. La presidencia de Francia dice que será la primera vez que este tipo de destructor de tanques con ruedas de fabricación occidental se envíe al ejército de Ucrania.
La lucha en Ucrania se ha convertido cada vez más en una guerra de desgaste en las últimas semanas, a medida que se acerca el invierno.
Kyrylo Tymoshenko, subdirector de la oficina presidencial de Ucrania, dijo el jueves que al menos cinco civiles murieron y ocho resultaron heridos en todo el país por los bombardeos rusos en las últimas 24 horas.
La intensa batalla en curso por la ciudad oriental de Bakhmut ha dejado el 60% de la ciudad en ruinas, dijo el gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko.
Los defensores ucranianos estaban frenando a los rusos, pero las fuerzas del Kremlin han golpeado la ciudad con meses de bombardeos implacables.
