El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, advirtió este martes nuevamente a Ucrania que debe desmilitarizarse, amenazó con más acciones militares y acusó a Kiev de alimentar la guerra que comenzó con la invasión de Moscú.
Lavrov dijo que Ucrania debe eliminar cualquier amenaza militar a Rusia, de lo contrario, “el ejército ruso (resolverá) el problema”.
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Rusia inició la guerra el 24 de febrero, alegando una amenaza a su seguridad y un complot para llevar a la OTAN a su puerta.
Lavrov reiteró que Occidente estaba alimentando la guerra en Ucrania para debilitar a Rusia y dijo que depende de Kyiv y Washington cuánto durará el conflicto.
“En cuanto a la duración del conflicto, la pelota está del lado del régimen (de Kyiv) y Washington que está detrás de él”, dijo Lavrov a la agencia estatal de noticias Tass. “Pueden detener la resistencia sin sentido en cualquier momento”.
En una aparente reacción, el asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, tuiteó que “Rusia necesita enfrentar la realidad”.
“Ni la movilización total, ni la búsqueda de municiones en pánico, ni los contratos secretos con Irán, ni las amenazas de Lavrov ayudarán”, dijo. “Ucrania desmilitarizará la RF (Federación Rusa) hasta el final, expulsará a los invasores de todos los territorios ocupados. Espera el final en silencio…”
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Un día antes, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo a Associated Press en una entrevista que su gobierno quiere una cumbre para poner fin a la guerra, pero que no prevé que Rusia participe.
Kuleba dijo que Ucrania quiere una cumbre de “paz” dentro de dos meses con el secretario general de la ONU, António Guterres, actuando como mediador.
No obstante, también dijo que Rusia debe enfrentarse a un tribunal de crímenes de guerra antes de que su país hable directamente con Moscú.
Ni Ucrania ni Rusia han revelado el número exacto de prisioneros de guerra que tienen, mientras que cientos han sido liberados como parte de los intercambios de prisioneros.
Los investigadores de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han advertido que los prisioneros de guerra ucranianos parecen sufrir malos tratos “sistemáticos”, incluida la tortura, tanto cuando son capturados como cuando son trasladados a áreas controladas por las fuerzas rusas o por la propia Rusia.
Mientras tanto, los feroces combates continuaron el martes en las regiones de Donetsk y Lugansk, reclamadas por Rusia, que recientemente han sido escenario de los enfrentamientos más intensos.
Desde sus avances iniciales al comienzo de la guerra hace 10 meses, Rusia ha logrado pocos avances importantes, a menudo golpeando la infraestructura de Ucrania y dejando a millones sin electricidad, calefacción y agua caliente en medio de las condiciones invernales.
Lavrov no especificó cómo el ejército ruso logrará sus objetivos de desmilitarizar y “desnazificar” Ucrania, que era el objetivo declarado de Rusia cuando comenzó la invasión en febrero. La referencia a la “desnazificación” proviene de las acusaciones de Rusia de que el gobierno ucraniano está fuertemente influenciado por grupos nacionalistas radicales y neonazis. La afirmación es ridiculizada por Ucrania y Occidente.
Lavrov advirtió que un mayor apoyo occidental a Ucrania podría conducir a una confrontación directa.
“Seguimos advirtiendo a nuestros adversarios en Occidente sobre los peligros de su curso para escalar la crisis de Ucrania”, dijo, y agregó que “el riesgo de que la situación se salga de control sigue siendo alto”.
“El objetivo estratégico de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN es obtener una victoria sobre Rusia en el campo de batalla para debilitar significativamente o incluso destruir nuestro país”, finalizó.